El futuro es el reciclado, y saber transformar materiales en otros que puedan durar muchísimos años más es un gran paso sostenible. Y quizás esos enormes contenedores de envío de metal que transportan barcos por los océanos pueden acabar transformándose en piscinas, y encima inteligentes.

Modpools, una empresa afincada en Vancouver, está reciclando estos contenedores de envío de un solo uso para construir piscinas, de momento en Canadá y Estados Unidos.

Es una entrevista con Fast Company, el fundador de Modpools, Paul Rathnam, ha señalado que puede dar una nueva vida a esos enormes contenedores de envío que están haciendo un solo viaje por el Pacífico, llevando sobre todo artículos electrónicos desde China a América del Norte.

En vista que estos contenedores no volvían a China, y que se solían quedar oxidándose o reciclándose, vio una oportunidad de negocio pudiendo reciclar estos contenedores de envío convirtiéndolos en piscinas para darles una nueva vida, al menos durante 30 años más.

Según explica, estas piscinas recicladas inteligentes vienen equipadas con una bomba y sistema de filtración, un calentador, control de Wi-Fi y una luz LED que cambia de color. Se tratan de piscinas modulares, con lo que se pueden personalizar de acuerdo con las necesidades de los clientes.

Todas estas piscinas vienen con una aplicación de control inteligente para que el propietario pueda ajustar fácilmente la temperatura del agua, pero también los chorros en la piscina y la iluminación. Afirman, que si el cliente quiere, igualmente se podría colocar una pared divisoria en la piscina para ofrecer tanto la bañera de hidromasaje como la experiencia de la piscina al mismo tiempo.

Se trata de unas piscinas modulares sostenibles muy fáciles de construir e instalar, y debido a la pandemia, ha provocado un auge de este tipo de ventas de piscinas de contenedores dado que requieren un menor esfuerzo económico por parte del futuro propietario.