Nvidia está en un momento muy dulce. Cuentan con un enorme porcentaje del segmento gaming entusiasta en PC y hace unos días sorprendieron a todos con los precios de la nueva generación de sus tarjetas gráficas. Los rumores apuntaban a unos precios desorbitados para las RTX de la familia 3000, pero como os contamos hace unos días, una de las ofertas más potentes, la RTX 3080 que ya tenemos para analizar, llegará por apenas 720 euros.

Nvidia suministra el SoC de Nintendo Switch -que monta Tegra- y cuenta con una presencia muy importante en el desarrollo de la inteligencia artificial. Ahora, tras unas intentas negociaciones entre SoftBank y Nvidia, la compañía ha anunciado la compra de ARM por un valor de 40.000 millones de dólares.

Esta compra se ha cerrado, como leemos en Business Insider España, con más de 18.000 millones de euros en acciones y más de 10.000 millones en efectivos, de los cuales, un millón y medio serán entregados en el momento de la misma. Así, los japoneses SoftBank se quedan con el 10% de las acciones de Nvidia, pero la propia Nvidia podrá empezar a explotar ARM.

La compra de ARM por parte de Nvidia es todo un bombazo porque ARM es una compañía que se "encuentra", entre comillas, teléfonos móviles, consolas o los próximos portátiles y sobremesa de Apple. 

Los británicos, propiedad de los japoneses SoftBank desde 2016 -compra que se cerró por unos, ajustados a la inflación, 32.000 millones de dólares- son los responsables de la arquitectura ARM sobre la que Samsung, Apple, Qualcomm, Huawei, AMD, Intel y cualquier empresa que diseñe semiconductores basa sus chips.

Por eso, hay dudas sobre la neutralidad de ARM ahora que Nvidia, compañía rival de todas las anteriores, controlará esos "planos" para los procesadores. Sin embargo, desde la compañía han asegurado que ARM seguirá operando con su modelo de licencia abierta.

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Esto es algo que puede resultar extraño, pero no deja de ser algo que todas las compañías hacen entre sí. Apple bebe de Samsung, por ejemplo, para algunos componentes de sus dispositivos, y esa relación recíproca se da entre muchas empresas tecnológicas que son rivales en el mercado de consumidores, pero que tienen alianzas para crear sus dispositivos.

Nvidia no ha comprado ARM para que la empresa siga compartiendo su tecnología, evidentemente. Una de las intenciones a corto plazo de la compañía es la de crear una megainfraestructura de desarrollo de inteligencia artificial, un campo en el que Nvidia es muy importante y donde ARM puede ayudar en el desarrollo de unidades de computación y en la integración de todos los chips de los británicos.

Ahora, solo queda ver en qué se traduce esto y si afecta al mercado de algún modo, ya que muchísimos de los dispositivos que tenemos en casa tienen algo basado en los diseños de ARM.