Si hoy mismo un ciudadano ruso quiere comprarse uniPhone 14, no tiene que hacer nada raro ni ilegal. Al menos, dentro de las leyes rusas. Solo debe acudir a la compañía de telefonía rusa MTS, y comprarlo. Eso sí, con unas condiciones especiales.

Con la invasión de Ucrania, el pasado mes de marzo, todas las compañías norteamericanas y europeas abandonaron Rusia, o cerraron temporalmente. Pero los principales productos tecnológicos se han podido comprar sin problema. Y para los que no, Rusia ha aprobado leyes incompatibles con la legalidad internacional.

Por ejemplo, en el país ha dejado de estar prohibida la piratería de software. Se permite piratear sistemas operativos, aplicaciones y juegos, que no se puedan comprar.

En el caso del hardware, el estado ruso legalizó la importaciones paralelas en mayo. Se llama así a la posibilidad de importar productos tecnológicos y de otra índole, sin necesidad de tener el permiso del fabricante.

Las empresas rusas compran los productos por otras vías, aunque el fabricante no quiera vender sus productos en el país. Es una acción ilegal bajo las leyes internacionales, pero Rusia lo permite. Y es un mercado que funciona muy bien.

Según cuenta Business Insider, el ministro de Comercio e Industria, Denis Manturov, ha confirmado sin tapujos que las importaciones paralelas movieron 6.500 millones de dólares solo en el pasado mes de agosto.

En el caso del iPhone 14, el propio Denis Manturov ha confesado que "¿Por qué no? Si los consumidores quieren comprar estos teléfonos, sí. Habrá esa oportunidad". Pero desde luego, no a PVP.

Al no poder comprar al fabricante, estas importanciones paralelas se llevan a cabo a través de intermediarios, así que el precio es más alto. Por ejemplo, la operadora rusa MTS vende el iPhone 14 con precios a partir de 1.400 euros. Aquí en España el iPhone más barato cuesta 1.009 euros.

Además las entregas tampoco son inmediatas. Con el iPhone 14 hay que ponerse en una lista de espera, y podrían tardar hasta 3 meses en conseguir uno.