¿Es peligroso utilizar el ordenador portátil con la tapa cerrada?
Utilizar el portátil con la tapa cerrada sería un beneficio estético, ya que ocuparía menos espacio en el escritorio, pero también podría ser contraproducente si se realiza durante largos periodos de tiempo, como una jornada laboral completa.
Si utilizas tu portátil con la tapa cerrada mientras está conectado a una pantalla externa, es importante que tengas en cuenta que esto puede estar dañando sus componentes internos sin que te des cuenta.
Cabe señalar que algunos ordenadores portátiles no fueron diseñados para funcionar de esta manera, por lo que hacerlo podría causar problemas en su funcionamiento.
No obstante, dependerá también de la marca y el modelo de cada dispositivo. Incluso los fabricantes recomiendan no usar el portátil con la tapa cerrada de forma habitual ante posibles daños permanentes a futuro.
La mayoría de estos equipos están fabricados específicamente para funcionar con la tapa abierta, de no hacerlo evitará una adecuada ventilación y disipación del calor generado por los componentes internos.
Usar el portátil con la tapa cerrada es recomendable solo en casos puntuales
Cabe mencionar que todos los portátiles se pueden utilizar con la tapa cerrada, pero no es recomendable, sobre todo aquellos modelos que cuentan con ventiladores que en su mayoría abundan en el mercado.
Por otro lado, los ordenadores como los MacBook de Apple, que no poseen ventiladores y son de bajo consumo, se pueden emplear perfectamente de esta manera, incluso venden soportes especiales diseñados exactamente para su uso con la pantalla cerrada.
En cuanto a los portátiles gaming para juegos, es importante considerar que la cubierta puede desempeñar un papel crucial en la ventilación del sistema. De este modo, al cerrar la tapa, es posible que se vea afectado el flujo de aire, por lo que los componentes podrían sobrecalentarse.
Cerrar la tapa y usar el portátil estando cerrado puede dar como resultado un aumento de la temperatura interna, lo cual no es deseable para el correcto funcionamiento. Además, el sobrecalentamiento puede reducir el rendimiento, así como la vida útil del dispositivo.
La pantalla, uno de los componentes que podría sufrir mayor daño
Además de los componentes internos, utilizar el ordenador con la cubierta superior cerrada también podría afectar al panel LCD al estar muy cerca de los componentes internos que se calientan conforme aumenta el tiempo de uso.
Recordemos que las pantallas tienen una temperatura de funcionamiento máxima segura, que generalmente oscilan entre 40 y 60 grados centígrados, pero esto, una vez más, depende según las especificaciones de cada fabricante.
Debido a que el panel LCD se mantiene cerca del teclado cuando la tapa está cerrada, la pantalla atrapa una capa de aire caliente, por lo que es probable que la temperatura pueda llegar al punto en que afecte el revestimiento del panel.
En resumen, si tu ordenador portátil cuenta con características de ventilación específicas, es mejor evitar utilizarla con la tapa cerrada para garantizar un adecuado flujo de aire y mantener los sistemas en condiciones óptimas.
Asimismo, también se recomienda verificar que, si el portátil tiene ventiladores, evitar llevar a cabo esta práctica, sobre todo cuando se usa con un monitor externo. Por otro lado, si tu modelo no cuenta con ventiladores, es porque fue creado para emplearse con la tapa cerrada, como los MacBook Air de Apple.
Es importante señalar que, al final, cada usuario debe seguir al pie de la letra las especificaciones y recomendaciones de cada fabricante. En el manual de usuario se especifica el uso que se le debe dar al dispositivo y la ventilación adecuada.
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