Las redes sociales han experimentado una enorme evolución desde sus inicios y su impacto en la sociedad —especialmente entre los jóvenes— ha aumentado de una forma como nunca antes vista. 

Estas plataformas se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo, permitiendo la comunicación instantánea, el intercambio de información y la conexión con otras personas. Además, la llegada de aplicaciones como WhatsApp y Messenger llevó la comunicación en tiempo real a un nivel completamente nuevo.

El aterrizaje de plataformas como Twitter, Instagram, Snapchat y TikTok trajo consigo una mayor diversidad y funcionalidad en el mundo de las redes sociales. Con toda esta evolución, también han llegado consigo graves problemas de seguridad y están teniendo un impacto en los jóvenes a veces no deseado.

"Aunque decíamos antes que facilita la comunicación entre personas, también puede derivar en el deterioro de las relaciones personales entre individuos y, con ello, en sensación de cierto aislamiento social, pues muchas veces se dedica más tiempo a revisar una notificación que a prestarle atención al otro", explica para Computer Hoy Raquel Puebla, analista de ciberseguridad en Entelgy Innotec Security. 

"Las personas jóvenes son, por lo general, a las que más afectan los riesgos de los que hablábamos con anterioridad. Por una razón muy sencilla: todavía no han alcanzado la etapa de madurez, en la que ya poseerían la capacidad de sopesar los riesgos subyacentes al uso de las nuevas tecnologías y afrontar las posibles consecuencias derivadas de sus acciones", añade.

A medida que las redes sociales se han vuelto más sofisticadas y presentes en el día a día de muchos, han surgido dudas sobre su impacto sobre todo en los adolescentes. Si bien estas plataformas ofrecen ventajas innegables también han surgido problemas graves de autoestima, adicción o socialización.

"Una de las cuestiones a las que más se suele hacer referencia es al hecho de que las personas comiencen a preocuparse más por lo que se muestre a través de estos medios acerca de ellos mismos que por lo que estén viviendo y sintiendo en el momento. Por tanto, puede implicar una disminución o una alteración en el ocio, pues se cambia la concepción de vivir momentos por mostrar esos mismos momentos a los demás", añade para Computer Hoy Itxaso Reboleiro, analista de ciberseguridad en Entelgy Innotec Security. 

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Variosproblemas de las redes sociales que no dejan de crecer entre los más jóvenes

La adicción a las redes sociales es una preocupación que crece cada día ya que los jóvenes pueden pasar horas interminables en sus redes sociales en busca de validación y aprobación del resto. Esta obsesión por los "me gusta" y la comparación constante con los demás pueden tener un impacto negativo en la salud mental y la autoestima de todos ellos.

"Estas derivan en la comparación social mediante una percepción idealizada de la vida de los demás y eso mismo hace emerger sentimientos de inferioridad en los individuos. Este hecho hace referencia al concepto de “falsa felicidad”, dado que, al no publicarse nunca fotografías de los malos momentos, nuestro subconsciente comienza a asociar las vivencias negativas con que podemos estar haciendo algo mal en la vida y con que no sabemos gestionarla igual de bien que otras personas, ya que tenemos la falsa creencia de que todos a nuestro alrededor tienen una vida "perfecta", añaden las analistas en ciberseguridad en Entelgy Innotec Security.

Tu seguridad en redes sociales en peligro: guía para proteger tu privacidad en línea

Además, las redes sociales han facilitado la propagación de noticias falsas y desinformación. La viralidad de los contenidos en estas plataformas puede llevar a la rápida difusión de información errónea, lo que puede tener consecuencias dañinas en la sociedad.

El ciberacoso y la falta de establecer una cierta privacidad son otros problemas graves asociados con las redes sociales. El anonimato relativo en línea ha permitido a los acosadores dirigirse a las personas sin consecuencias reales, lo que puede tener un impacto devastador en la salud mental y emocional de las víctimas. 

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"En muchos casos, a veces incluso indicamos a través de nuestras redes sociales dónde nos vamos a encontrar al día siguiente y en qué momento, lo que entraña riesgos para la seguridad personal y digital de cualquier persona que no son fácilmente perceptibles por nosotros mismos en el momento en que lo publicamos", añade Raquel Puebla.

A medida que las redes sociales siguen evolucionando, es crucial abordar estos problemas y encontrar soluciones que realmente tengan su efecto. 

Algunas medidas se han implementado para abordar estos desafíos, como la implementación de políticas de seguridad y privacidad más estrictas o incluso controles para evitar que los menores tengan acceso a ciertos contenidos en redes sociales.

"Es importante priorizar el establecimiento de perfiles privados y ciertamente selectos a la hora de establecer conexiones frente a la adquisición de un alto número de seguidores, pues, por lo general, a mayor nivel de exposición, más posibilidades habrá de recibir interacciones que produzcan negatividad sobre la persona. Otra opción consiste en eliminar y silenciar a aquellas cuentas que no produzcan sensaciones positivas en nosotros", añaden las expertas entrevistadas.

También es fundamental que los padres, profesores y la sociedad en general trabajen en conjunto para educar a los jóvenes sobre los peligros potenciales de las redes sociales y promover un uso responsable y equilibrado. Esto no se queda solo en exponer sus riesgos, también implica fomentar la autoestima, enseñar habilidades de pensamiento crítico y fomentar una conexión real con otros fuera del mundo virtual.

Pese a todo esto, las expertas lo tienen claro: "no hay que demonizar las redes sociales, pues si existiesen más riesgos que ventajas sus características probablemente se habrían modificado a muy distintos niveles (desde el gobierno, desde la propia red social a través de un requerimiento que se le hubiera podido establecer, etcétera)".