¿Qué impacto tienen las redes sociales en la gente? ¿Y en especial entre los más jóvenes? Esta es una pregunta compleja, pero que seguramente te hayas hecho en alguna ocasión. Bien, pues no eres el único. Desde Estados Unidos han arremetido contra Meta, los responsables de Facebook, Instagram y WhatsApp, con una demanda federal, nada más y nada menos. 

En total han sido cuarenta y dos los estados que han firmado una denuncia conjunta contra las empresas del magnate Mark Zuckerberg. Liderados por California y Nueva York, su crítica es clara: lo que hace Meta es totalmente y legal y, peor aún, perjudica a la salud mental de los jóvenes. Así de contundentes se han mostrado.

Meta, Instagram y la salud mental

Por todos es sabido que Estados Unidos siempre se ha mostrado bastante preocupado por la integridad y la seguridad de los adolescentes, en ocasiones de manera incluso un tanto desproporcionada. La música, el cine o los videojuegos han sufrido la persecución de diversas organizaciones por el impacto supuestamente negativo que podían ocasiones en los más jóvenes. 

Visto así, parece que era cuestión de tiempo que fuesen las redes sociales quienes ocuparan su interés. Solo que ahora la cosa parece más seria, a juzgar por las declaraciones de los propios implicados en el asunto. 

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“Las redes sociales, incluidas las de Meta, han contribuido a una crisis nacional de salud mental juvenil y deben pagar por ello. Estoy orgullosa de unirme a mis colegas fiscales generales para detener las tácticas dañinas de Meta y mantener seguros a los menores en Internet", ha asegurado la fiscal general de Nueva York Letitia James.

Pero hay no termina la cosa, puesto que James también ha acusado a Meta de “diseñar intencionalmente sus plataformas con características manipuladoras que convierten a los menores en adictos”, creando así muchos problemas de “disminución de su autoestima”. 

La batalla está servida

La intención de esta demanda, según señalan los expertos, es asegurarse de que las redes sociales cumplan nuevos requisitos a la hora de permitir el acceso a menores. Por ejemplo, verificando la edad de sus usuarios a la hora de hacerse una cuenta, o exigiendo el consentimiento y control de los padres o tutores. 

Amparándose en diversas leyes, las denuncias son varias entre sí, como la de Columbia que no ha dudado en decir que “Meta engaña sobre la seguridad de sus plataformas”. Además, parecen tener claro que las redes sociales tienen una estrecha relación con los suicidios adolescentes y la depresión juvenil en general. 

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Todo este asunto, además, surge a raíz de la filtración del antiguo empleado de Meta Frances Haugen, que hizo públicos unos archivos de la compañía (un informe interno) donde reconocían ser conscientes de la mala influencia que estaban generando en los jóvenes, y las rotundas consecuencias de ello, sobre todo en la autoestima de las adolescentes o en el crecimiento en la ansiedad de los chavales. 

Como era de esperar, Meta ha rechazado las conclusiones a las que llegó con su propio estudio, abriendo la puerta a una batalla que promete ser larga e intensa. 

¿Son realmente las redes sociales tóxicas? ¿Hasta qué punto contaminan a los jóvenes? La opinión pública está claramente dividida, y también muchos expertos. Ahora le tocará a la justicia de Estados Unidos sacar sus propias conclusiones. Las expectativas son máximas.