Las redes sociales son una ventana al mundo y, como tal, en ocasiones pueden resultar peligrosas, tanto para uno mismo como para los demás. Es habitual que mucha gente desee compartir por ellas momentos de celebración, euforia o incluso preocupaciones, pero si no se tiene prudencia, la privacidad y la seguridad pueden a veces ponerse en cierto riesgo. 

¿Qué líneas rojas no se deben sobrepasar? Más allá de los límites personales, que resultan algo subjetivo, hay algunos temas que nunca deberían publicarse en redes sociales, o de lo contrario pueden traerte problemas. Aquí te dejamos los que siempre deben tomarse en mayor consideración. 

Información personal

Aunque puede parecer demasiado ambiguo, puesto que al final casi todo lo que se comparte en redes sociales podría considerarse información personal, al menos hasta cierto punto, existen algunos puntos que requieren de especial atención. Y no solo lo obvio, como cuentas bancarias, documentos personales y ese tipo de detalles. 

Por ejemplo, el robo de contraseñas o las estafas amorosas de todo tipo están a la orden del día. Muchos ciberdelincuentes son capaces de aprovechar cualquier dato, como una fecha de nacimiento o de aniversario, para intuir algunas de tus claves. Cuanto más complicado se lo pongas, mejor.

Cuidado con los robos

No hace falta ser un futbolista o una estrella mediática para que los criminales se fijen en ti. Por ejemplo, si muestras abiertamente cuándo estarás de vacaciones, anunciando con antelación un viaje, los ladrones sabrán la fecha en la que tu casa estará sola y desprotegida. 

Y lo mismo sucede con las compras. Una colección o un regalo costoso pueden igualmente provocar que te conviertas en un objetivo. 

Ojo a las fotos que subes

Hasta cierto punto, podría pensarse que uno es libre de compartir en sus redes sociales las fotos que le dé la gana. Pero esto genera una pregunta: ¿dónde termina tu libertad y comienza la de los demás? Publicar fotos con amigos o familiares, que para ti no tengan ninguna malicia, puede poner en un compromiso a terceros. 

Especial atención merecen las fotos de menores. Quizá a ti te haga especial ilusión presumir de tus hijos o sobrinos, o mostrar al mundo esa imagen en la que algún allegado está haciendo algo divertido, ¿pero pensará él lo mismo? Los niños crecen, y las fotos, en cambio, pueden permanecer. 

Vigila el trabajo

Ya sea porque estás feliz y te viene arriba o por todo lo contrario, sufres un momento de frustración y necesitas desahogarte, las redes sociales pueden ser un lugar en el que mostrar o decir cosas acerca del trabajo. Pero piensa que cualquier miembro de tu empresa puede terminar por verlo, incluso si no tienes a nadie como contacto directo, por así decirlo. 

Los jefes suelen mirar tus redes sociales, incluso más de lo que imaginas, y no solo en lo que se refiere directamente a tu trabajo: lo que publicas en ella puede hacer que se hagan una idea de ti determinada, o que vean facetas tuyas que no te gustaría que conociesen. 

Vigilar los temas que se comparten en redes sociales, por lo tanto, no es algo que te afecte solo a ti, sino también a la gente de tu alrededor, o a aspectos de tu vida como el trabajo o la seguridad.