En el momento en que comparamos de alguna manera un portátil con lo último en smartphones, podemos ver que ambos son muy importantes en el día a día y que puede que haya muchas funciones que ambos dispositivos pueden realizar prácticamente de igual manera, pero ¿eso quieres decir que uno de los dos empieza a sobrar?

Creemos que no, aunque sí que es cierto que muchas de las funciones que alguna vez fueron exclusivas de los portátiles y ordenadores en general, con la tecnología cada vez más avanzada, ahora también las pueden realizar nuestros teléfonos inteligentes.

Existen ciertos ámbitos donde el smartphone ha superado o igualado lo que nos ofrecía hasta ahora el portátil, lo que no quiere decir que tengamos que defenestrar este dispositivo, pero sí que la tecnología nos contempla una segunda opción para muchos quehaceres.

Manejabilidad

Es indudable que una de las claves que hace especial al mundo de los smartphones con respecto a cualquier tipo de dispositivo es la manejabilidad, esa capacidad para poder llevarlo a cualquier lugar y de manera cómoda.

Hace años los portátiles, y más en concreto los laptops, basaban su éxito en el hecho de poder llevarte un ordenador a cualquier parte y siempre que lo necesitabas lo tenías a mano. 

Al llegar los smartphones y comportarse como ordenadores que cabían en tu mano, todo dio un vuelco y los portátiles, pese a reducir cada vez más su peso, su grosor, y su tamaño, no pudieron, ni pueden competir con los móviles en lo que es la practicidad, manejabilidad y portabilidad.

Pantallas grandes

Desde los primeros smartphones que salieron al mercado, las pantallas han elevado sus pulgadas de manera tan significativa que, por ejemplo, casos como los iPhone se dan en muchas marcas, puesto que, si analizamos el primer teléfono de los de Apple y los últimos, sus pantallas son el doble de grandes en los actuales.

A medida que pasan los años las pantallas son mayores, puesto que los marcos cada vez son mucho más estrechos, las cámaras delanteras cada vez ocupan menos y están mejor situadas, además del resto de los componentes que también han variado en lo referente a su tamaño.

Pero no solo el tamaño de las pantallas de móvil es algo que ha favorecido que mucha gente se decante por smartphone, sino que el salto en la calidad de las pantallas, sobre todo en tecnologías como QLED y AMOLED, donde el salto ha sido mayor.

Variedad de software

En este sentido se demuestra como nuestra forma de pensar y de actuar ha cambiado mucho en los últimos años. Antes, cuando hablábamos de programas o aplicaciones, lo primero que se nos venía a la mente era el ordenador.

Ahora todo eso ha cambiado, ya que, al pensar en aplicaciones, automáticamente cogemos el smartphone. A esto han contribuido los desarrolladores, otorgando a nuestros teléfonos inteligentes de una cantidad de software que han sobrepasado y con creces aquel que únicamente se dedica a dar servicio a ordenadores.

Y no únicamente es que haya muchas en número, sino que tenemos una aplicación para cualquier cosa que haya se nos antoje, desde limpieza, tareas, ofimática o juegos. Pero no todo se queda ahí, ya que se puedes incluso pagar con el teléfono, administrar el dinero del banco, tener acceso al historial médico, entre otras muchas cosas.

La carga

A cualquiera que haya tenido un ordenador portátil, le habrá ocurrido la penosa situación de verse sin batería y no tener el cargador cerca o de no estar cerca de toma de corriente donde poder enchufarlo. En este sentido, estos dispositivos siempre han estado limitados por el hecho de la carga.

Los smartphones incorporan posibilidades que los portátiles no tienen, como puede ser la carga inalámbrica o el sistema de cargar un móvil con el otro.

Además, se pueden cargar con baterías externas (también las hay para portátil, pero deben ser muy grandes) o utilizar sus sistemas de carga rápida, por los cuales un smartphone podría estar cargado en el mejor de los casos en apenas 15 o 20 minutos.

Autonomía

Este es otro de los ámbitos donde el teléfono móvil consigue difuminar las virtudes de los portátiles, que hoy en día duran mucho más que lo que veíamos hace años, pero que, aun así, no consiguen llegar a los números de un smartphone.

Está claro que los ordenadores portátiles son más grandes, con más hardware, que necesita energía constante para funcionar. Sin embargo, nuestro dispositivo móvil, pese a ser un portátil menos poderoso, permite que su carga dure más porque sus componentes son menos exigentes.

Capacidades de la voz

Escribir documentos largos, mensajes y correos electrónicos en cualquiera de los dos dispositivos. Es en este momento cuál la voz toma una relevancia que no pensábamos que podía tener.

Podemos utilizar la voz para que el proceso de escritura sea mucho más ágil, es decir, es como si le dictásemos al dispositivo para que él después lo vaya escribiendo.

El teléfono inteligente interpreta lo que está diciendo y lo escribe automáticamente de manera rápida. También podemos usar el ordenador portátil para este menester, pero es menos accesible, puesto que tienes que estar atento a que tenga el micrófono y a partir de ahí realizarlo. 

En el dispositivo móvil no hay que ejecutar ninguna preparación, puesto que empleamos la voz directamente, además de tener muchas aplicaciones dedicadas a esta tarea que las encontramos disponibles para ordenadores.

Con todo lo que acabas de leer, entenderás que el móvil tiene ciertas facetas donde igual e incluso supera al portátil en ciertas tareas, aunque en otras el portátil sigue siendo un dispositivo imprescindible en nuestro día a día.

Guardan muchas similitudes, pero las diferencias siguen siendo insalvables y, por eso, son dos dispositivos que se pueden combinar a la perfección, cada uno con sus virtudes y cada uno de ellos sumamente necesario para el mundo que nos rodea, cada día mucho más tecnológico.

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