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Las 5 peores decisiones de la historia de tecnológicas españolas

Decisiones tecnológicas españolas

Existen un sinfín de decisiones de empresas tecnológicas que no han funcionado. 

Hay ejemplos en empresas gran éxito como Apple, Facebook o Google que simplemente han representado un pequeño varapalo en sus cuentas, así como también de errores enormes que han llevado a la quiebra o a la desaparición de alguna que otra compañía. 

Lo habitual es centrarse en gigantes del sector, que habitualmente están en Estados Unidos o en territorio asiático, pero también ocurre en territorio patrio. 

Así es como los grandes líderes hacen uso de la regla de los 10 segundos para resolver conflictos

Hoy toca adentrarse en las 5 peores decisiones de la historia de tecnológicas españolas que fueron un absoluto desastre. Desde el clásico de Terra o Infovía hasta aplicaciones como Yaap o la red social Keteke.

Infovía

Infovía

Fue un proyecto fundado por Telefónica en 1995 y su principal novedad era que permitía a cualquier usuario conectarse a internet a través de una llamada al 055. Con esto se podía tener acceso a directorios de empresas proveedoras como acceso al correo electrónico u otros servicios. 

¿Su gran problema? Era muy lento y muy caro. Para que te hagas una idea, una hora costaba 139 pesetas, lo que supone 0,84 euros. Puede parecer poco, pero si esto se traduce a cuenta mensual, navegar 2 horas al día tenía un coste de unos 50 euros mensuales. 

Además, había problemas de conexión constantes y lo peor: el operador cobraba aunque no llegases a conectarte a internet. 

El servicio solo duró 3 años, ya que en 1998 Telefónica cerró Infovía por orden ministerial. 

Terra

Cierra el correo de Terra.

Fue un absoluto éxito cuando se lanzó en 1999, pero el estallido de la burbuja de las puntocom en marzo del año 2000 provocó el declive total prococando pérdidas para Telefónica de más de 2.000 millones de euros y en 2017 echó el cierre definitivo. 

Para que te hagas una idea de la importancia de Terra, la empresa era prácticamente como decir Google o Facebook hoy en día, incluso más, de hecho. 

Para que te hagas una idea de su importancia, la empresa, que vio la luz como Terra Networks a finales de 1997 llegó a superar en capitalización a Repsol o BBVA.

Era un absoluto referente para los internautas españoles, incluso salió a Bolsa y llegó a estar en el selecto Ibex 35 un año después. En 2005 dejó de cotizar y en 2017 todo se acabó tras 18 años de historia. 

 Keteke

Keteke

Wikipedia

Fue una red social que se lanzó en 2008 con el objetivo de quitarle algo de cuota de mercado al por aquel exitoso Tuenti y a Facebook. 

Telefónica puso toda la carne en el asador, puesto que invirtió más de 10 millones de euros e incluso contó con Paris Hilton como la imagen de la red social, pero nada cuajo: nadie usaba la red social y duró menos de 2 años.

El final de la red social quedó listo para sentencia cuando Movistar compró Tuenti. Al principio Keteke pasó a ser un portal de noticias para jóvenes, pero tras ver como tampoco funcionaba, Movistar eliminó su nombre y pasó a llamarle Movistar Joven, algo que con el tiempo también acabó desapareciendo. 

Yaap

Yaap

Yaap

Posiblemente, era una aplicación adelantada a su tiempo, pero no funcionó. 

Algo extraño, viendo que detrás estaba CaixaBank, Movistar y Santander, que invirtieron 27 millones de euros en una aplicación que tenía 2 funciones clave: una destinada al intercambio de dinero y otra a inversores. 

La aplicación salió en 2014 y cerró 2 años después con tal solo 2.400 euros de ingresos.

El problema fue el foco del negocio, ya que mientras el intercambio de dinero funcionó realmente bien (consiguió más de 150.000 descargas), los inversores buscaban otro concepto.

DotStation

DotStation

Wikipedia

Técnicamente, no es un producto español, pero sí que hubo actores implicados. Más concretamente el Banco Santander. 

En 2002 Intel lanzó un PC con un sistema operativo a medida que se utilizaba principalmente para conectarse a internet. ¿Lo más curioso? Contaba con un teléfono integrado que se colgaba encima del monitor. 

La compañía americana lo posicionó como un dispositivo para que los usuarios pudiesen conectarse a internet. El primer interesado fue el Banco Santander, que vio el producto como una solución para que sus clientes pudiesen tener un acceso rápido a los primeros pasos de la banca electrónico.

El Santander pidió cerca de 500.000 unidades y se lanzó una gran campaña de captación de clientes, pero fue un absoluto fracaso comercial. 


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Etiquetas: España, empresas