¿Seremos capaces los seres humanos de controlar dispositivos u ordenadores con la mente? Si le preguntas a Elon Musk, está claro que su respuesta sería afirmativa. Hace solo unos días que se confirmaba la noticia de que el mediático magnate había logrado realizar el primer implante cerebral con éxito. Pero el fundador de Tesla no es el único que lo piensa.

El gobierno chino también parece estar interesado en esta tecnología que, a pesar de la polémica, podría resultar cada vez más popular en un futuro cercano. Así al menos parecen haberlo comunicado en un mensaje compartido por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, que lo ha citado en sus próximos objetivos a desarrollar. 

El futuro de los chips cerebrales

En 2017 Elon Musk fundó Neuralink, un proyecto que tenía como fin integrar tecnología que utilizara la tecnología artificial en el cerebro humano. Y, a pesar de las polémicas y de que a priori parece un concepto propio de la literatura cyberpunk, parece que sus avances van por buen camino, a pesar de que no se han revelado muchos detalles al respecto.

El equipo de Musk, según él, habrían realizado ya la primera operación en una persona (cuya identidad no se ha dado a conocer) con éxito, y pronto se presentará un estudio para profundizar en la evolución del paciente. Mientras, China también apunta en la misma dirección, y quiere obtener resultados visibles haciendo básicamente lo mismo en 2025. 

Su intención, según han publicado en una nota de prensa redactada por su Ministerio de Industria y Tecnología, consiste en crear productos de interfaz cerebral que puedan utilizarse de manera sencilla por los usuarios. Para ello han creado un equipo formado por 60 personas que tienen como único objetivo llevar a cabo este tipo de tecnología lo antes posible. 

Hasta ahora, parece que los chinos han sido capaces de desarrollar un dispositivo que se une al cerebro por medio del oído, y que, por lo tanto, no obligaría a realizar ningún tipo de operación quirúrgica, como sí sucede en el caso de Neuralink. 

Elon Musk y China, semejanzas y diferencias

Las diferencias entre Neuralink, el ambicioso proyecto de Elon Musk y el plan chino tienen otras diferencias, más allá de la forma en la que pretenden conectar la tecnología con el cerebro. Básicamente, a pesar de los parecidos entre ambas iniciativas, tampoco se ponen del todo de acuerdo a la hora de decidir para qué podrían ser estas útiles al final. 

En el caso del gobierno chino, estos implantes cerebrales ayudarían a mejorar la calidad de vida de las personas con algún tipo de problema físico, ya sea sordera, pérdida de visión, parálisis y enfermedades por el estilo. Para Elon Musk el control de dispositivos electrónicos parece ser la clave de todo.

En lo que sí coinciden ambos, no obstante, es en que esta tecnología todavía está en desarrollo. Es decir, en que queda mucho por hacer, por mucho que los chinos ya piensen que en 2025 deben haber alcanzado progresos significativos. Si lo logran o no, solo el tiempo lo dirá.