Siempre se dice que Japón está adelantada respecto a occidente, no solo en tecnología, sino igualmente en ciertos aspectos que no podríamos entender en nuestra cultura occidental.

Y algo bastante popular en Japón, que tiene también cierta presencia en nuestro país, son las pertinentes máquinas gashapon en las cuales introduciendo una moneda nos llevamos algún que otro regalo dentro de una bola de plástico.

En general, estas máquinas gashapon ofrecen regalos cuando un usuario gira la manija y sale la bola, aunque el regalo es totalmente aleatorio.

En general suelen ser juguetes, peluches, pero también podemos encontrar cosas surrealistas como procesadores Intel.

Y hay una tienda llamada 1's PC que tiene una máquina gashapon en el exterior y que, como entenderás, puede dar elementos relacionados con la informática como ratones, pero lo que ofrece básicamente son procesadores.

Lo mejor de todo, que por apenas tres euros al cambio, puedes llevarte un procesador Intel Core i7-8700 de hace ya años, que tiene un precio mucho más alto si se adquiere de segunda mano.

Pero el premio tiene truco: no funcionan

El problema de esta máquina, es que ofrece procesadores estropeados, y que la tienda quiere quitarse, y qué mejor forma que venderlos por solo tres euros metiéndolos en algunas de estas bolitas.

El usuario que ganó el premio del procesador, llamado Sawara-San, explicó que el procesador que había ganado en la máquina, tenía ciertos problemas de visualización.

De hecho, se supone que el Intel Core i7-8700 tiene 6 núcleos y 12 subprocesos, pero según muestra el administrador de tareas de Windows del usuario, solo cuenta con 5 núcleos y 10 subprocesos.

Aún así, pudo iniciar a duras penas Windows y hacer alguna que otra prueba de rendimiento, pero habría que ver si sale mucho más rentable adquirir uno de estos procesadores de segunda mano.

De hecho explica que este procesador se puede adquirir de segunda mano por menos de 90 euros por lo que quizás sea bueno invertir un poco más y llevarte un procesador usado que funcione a pleno rendimiento y no gastaste tres euros en obtener uno que no va a valer para nada.

Aún así, la fiebre por los gashapon es tan pronunciada en Japón, que las personas prefieren incluso llevarse este tipo de premios que no valen nada solo por la experiencia y la sorpresa de abrir una de estas bolas.