Pagos NFC con el móvil: siempre me han generado desconfianza, pero tengo la clave para solucionarlo

Teniendo en cuenta que las cosas siempre van hacia adelante, se evoluciona, aunque muchos no quieran, y la tecnología siempre está ahí para darnos grandes ventajas, los métodos de pago también han ido cambiando con los años. 

Aunque aún puedo considerarme joven, recuerdo cuando mi abuela me daba dinero para ir a comprar el pan o hacerle algún recado. Por supuesto, todo esto ha mejorado —según como lo veas—y ahora casi no somos nadie si no tenemos varias tarjetas de débito e incluso de crédito en la cartera. El dinero físico ha quedado relegado no a un segundo plano, sino a un tercero, porque hay un nuevo actor en escena.

¿El motivo? Ahora todo el mundo se ha pasado a la moda de pagar con su móvil. El pago con NFC —Near Field Communication—,  se ha vuelto el día a día de miles de personas, sobre todo jóvenes —aunque también he visto a gente de todo tipo usándolo— debido a la comodidad que supone acercar tu móvil al datáfono y pagar.

Sin embargo, lo que percibo a mi alrededor es que aún parece ser un método de nicho. La desconfianza sigue siendo una gran barrera para su adopción masiva, sobre todo en personas que han vivido más tiempo con una cartera con algún que otro billete y monedas que con un móvil, y lo cierto es que tengo que confesar que me he estado posicionando más al lado de estos que, por ejemplo, todo mi grupo de amigos.

Llevo un año haciendo cursos online sin parar: ¿sirven realmente de algo o he tirado mi dinero?

Esto tiene un porqué y es que fui víctima de un hackeo de mis cuentas bancarias cuando precisamente usé mi tarjeta para pagar en un establecimiento. Desconozco dónde fue, pero el susto que me llevé cuando de repente todos mis ahorros desaparecían fue de película —eso sí, lo recuperé todo—.

Teniendo en cuenta que ya me la han colado con la tarjeta, ni loca iba a meterla en el móvil para pagar con él. ¿Y si consiguen ahora colarse en mi tarjeta y encima en mi móvil? La verdad es que no he tenido demasiada confianza en este método hasta que he encontrado la forma de poder usarlo sin correr demasiados riesgos.

Una solución intermedia para por fin usar el NFC con mi móvil a la hora de pagar

¿Qué es lo que he hecho? Al contar con dos cuentas dentro de mi banco y una de ellas estar casi muerta, he decidido usarla para ingresar una cantidad fija de dinero mensual, en concreto no más de 250 euros. Solicité una tarjeta de débito, como hago siempre, para poder hacer mis pagos, pero lo cierto es que fue un gran lío a la hora de usar una para mis pagos de ocio y otro, por ejemplo, para hacer la compra.

Sabiendo que el tema NFC y pagar con el móvil estaba ahí y que siempre había querido usarlo, pero por mi desconfianza me echaba para atrás, decidí meter la tarjeta de débito de los 250 euros en el móvil.

De esta manera, lo que consigo es que si alguien lograra acceder a mis fondos, solo tendría acceso a una cantidad limitada de dinero. Además, añadir la tarjeta a Wallet, la aplicación de Google, es tan sencillo como simplemente que la app tome una foto de esta. La verdad es que te lo sirven en bandeja.

Desde luego el miedo sigue estando. ¿Y si por cualquier motivo se cuelan en mi móvil y acceden a mi tarjeta/cuenta? Esto siempre puede ocurrir, pero como en todo en la vida, si no arriesgas, tampoco te beneficias de las ventajas. Como antes he mencionado, si acceden a mi tarjeta probablemente no se lleven ni 100 euros y eso al menos es un "alivio".

Uno de mis grandes problemas a la hora de conocer los riesgos de ciberseguridad que existen en cada esquina es que me he convertido en una persona bastante miedosa, pero siempre existen formas de poder aprovechar los avances y no tener que estar sacando tu cartera, buscar la tarjeta correcta y pagar. Si todo evoluciona, tratemos de hacerlo nosotros también.

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Etiquetas: Smartphones, NFC, Apps, Economía, Ciberseguridad