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Se inventan un pequeño robot insecto capaz de cambiar de forma

CLARI

Universidad de Colorado 

El pequeño robot, con una gran adaptabilidad, que está inspirado en insectos y que tiene todas estas particularidades sorprendentes.

Son cada vez más los pequeños robots que se inspiran en insectos, y es que los investigadores consideran que estos organismos tienen mucha versatilidad, capaces de prácticamente pasar por cualquier zona y resolver un montón de problemas.

Y ahora, un equipo de ingenieros de la Universidad de Colorado han creado un robot en miniatura llamado CLARI, abreviatura de Compliant Legged Articulated Robotic Insect, capaz de alterar su forma para colarse en espacios reducidos.

Se trata de un robot más pequeño que la palma de una mano y más liviano que una pelota de ping pong y lo mejor de todo es que puede cambiar su físico desde un cuadrado a una forma estrecha y alargada, permitiéndole pasar por áreas muy reducidas.

“La capacidad de CLARI para adaptarse pasivamente a su entorno lo convierte en un candidato ideal para roles en los que ni siquiera hemos pensado todavía”, dice Heiko Kabutz, candidato a doctorado en el Departamento de Ingeniería Mecánica.

Se trata de un robot modular por diseño con una gran flexibilidad que le permite una amplia gama de ajustes, incluso se le podrían añadir más patas. “El diseño modular abre un mundo de posibilidades, transformándolo en una herramienta versátil con una variedad de aplicaciones”, añadió Kabutz.

De momento esta versión preliminar del robot está todavía atado a cables que le proporcionan energía y entradas de comando básicas.

Se esperan avances para el pequeño robot

Pero la idea del equipo de investigación es que pueda deambular de forma autónoma en una futurible versión: “CLARI se encuentra en las primeras etapas, pero el objetivo es crear robots que puedan aventurarse en espacios donde ninguna entidad mecánica ha llegado antes, como el interior de los motores a reacción o debajo de los escombros de edificios derrumbados”, dice el profesor asistente Kaushik Jayaram, coautor del estudio.

Lo bueno de CLARI es que puede modificar su ancho de 34 mm a 21 mm, lo que le permite una amplia gama de movimientos y adaptabilidad.

También planean añadir sensores para ayudar al robot a detectar y evitar obstáculos de forma autónoma.

“Imagínese un robot que pueda atravesar terrenos naturales irregulares, rebotar en obstáculos como briznas de hierba o arrastrarse a través de grietas en las rocas. Ese es el futuro al que aspiramos”, dijo Kabutz.

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Etiquetas: robótica