El popular servicio de mensajería WhatsApp se preocupa por la privacidad de los usuarios. De hecho, muchas de sus últimas novedades están centradas en torno a la misma, como evitar que un tercero pueda hacer una captura de pantalla de tu imagen de perfil sin tu consentimiento. Pero eso no quita que existan ciertos riesgos al respecto, algunos poco conocidos. 

¿Es posible que al enviar una imagen estés facilitando más información de la que te gustaría? En realidad, sí. 

Y teniendo en cuenta la gran cantidad de fotografías que generalmente se comparten por la herramienta de Meta, es algo que conviene tener en cuenta. Sobre todo si quieres hacérselas llegar a tus contactos con la mayor calidad posible. 

El riesgo de enviar imágenes por WhatsApp

Lo primero que hay que saber es que existen diferentes maneras de enviar imágenes a un contacto por WhatsApp. La más habitual, claro, pasa por seleccionar una fotografía directamente del apartado Galería. El problema es que al hacerlo, la app reduce por defecto su calidad original, como bien es conocido por muchos usuarios que la usan con frecuencia. 

Por esa razón, WhatsApp también introdujo la posibilidad de enviar fotos con calidad HD. Para ello simplemente hay que marcar esta opción después de haber seleccionado una imagen de manera tradicional por el mismo método. ¿El inconveniente? Que ni siquiera así se respeta del todo la calidad original. Algo para lo que muchos usuarios encontraron una solución.

Básicamente, esta consiste en adjuntar en WhatsApp cualquier imagen como si se tratara de un documento, y no desde Galería. De esta forma, se respeta la calidad original, e incluso la propia aplicación te permite ir directamente a tus imágenes para que el proceso resulte más sencillo. Pero ojo, porque al hacerlo podría estar comprometiendo algunos datos personales.

Al adjuntar una fotografía como si se tratara de un documento, esta conserva una serie de metadatos, que revelan no solo la resolución y el tipo de archivo, sino también otros detalles como la fecha en la que la foto fue realizada, la hora en que se creó la misma o la ubicación en la que se tomó la captura. Una información algo delicada en según qué casos.

Cuidado con compartir información en WhatsApp

El motivo por el que esto sucede es muy sencillo: los llamados datos EXIF (Exchange Image File Format). Los metadatos a los que antes nos referíamos y que guardan información de las cámaras digitales, y también se comparten cuando se adjunta una foto como documento desde WhatsApp. 

Para que la persona que recibe la imagen acceda a ellos, solo tiene que abrirla desde un ordenador o utilizar una aplicación como Google Files, gracias a la cual es posible ver la información personal que acompaña la foto. 

Es cierto que, por lo general, saber cuándo y dónde se ha tomado una fotografía no tiene por qué resultar un problema, en la mayoría de situaciones, pero es conveniente saberlo si, por ejemplo, no quieres por la razón que sea que tu contacto sepa el lugar en el que has estado, o a qué hora específica.