Si ya tienes una cierta edad, es bastante probable que recuerdes la relevancia que durante las décadas de los 70 y los 80 tenía el agujero de la capa de ozono. 

Por aquellos años era de lo más habitual ver noticiarios y periódicos tratando un tema que, haciendo memoria, resultaba de lo más inquietante. Salvando las distancias, podría compararse a la incertidumbre que en la actualidad provoca el cambio climático para muchas personas. Al menos, a nivel de cobertura en los medios.

Poco a poco, no obstante, el asunto fue desapareciendo de la actualidad más relevante, en parte porque los resultados que se fueron compartiendo por los expertos cada vez parecían resultar más positivos… al menos hasta ahora. 

El agujero de la capa de ozono de la Antártida

Por mucho que la importancia mediática del agujero de la capa de ozono se haya visto disminuida, eso no quiere decir que los científicos de todo el mundo continúen prestando atención a esta amenaza atmosférica. De hecho, muchos de ellos siguen alarmando sobre los efectos negativos que este puede ocasionar en las personas, aumentando los casos de cánceres y otras enfermedades comunes. 

La última en hacerlo, precisamente, ha sido la Agencia Espacial Europea, quien ha vuelto a hacer saltar las alarmas en todo el mundo. 

Estas son todas las personas que podrían morir a causa del cambio climático este siglo

No es para menos. Según sus últimas estimaciones, el agujero de la capa de ozono ha alcanzado los 26 millones de kilómetros cuadrados, en concreto en la zona situada sobre la Antártida. Para hacerse una idea, se puede decir que jamás se había descubierto uno de semejante magnitud. 

Según los científicos que han seguido concienzudamente el fenómeno, su tamaño ha crecido de manera significativa desde este último verano, a una velocidad insólita. Eso sí, aunque ellos mismos son pesimistas en cuanto al diagnóstico, no lo son tantos con respecto a la posible solución. Sobre todo teniendo en cuenta el origen que se contempla.

Un origen natural, la causa más probable

Aunque la ciencia nunca parece poner de acuerdo a todo el mundo, sobre todo con asuntos como el cambio climático o el agujero de la capa de ozono, la gran mayoría de investigadores parecen estar de acuerdo en los principales puntos sobre este último. 

Para empezar, la acción humana que tiene consecuencias sobre él se ha visto reducida prácticamente en su totalidad. El motivo es bien sencillo: los productos dañinos que, supuestamente, aumentaban el tamaño del agujero de la capa de ozono (refrigeradores y latas de aerosoles) se restringieron hasta el punto de dejar de perjudicar a la atmósfera.

Entonces, ¿cuál es la razón por la que el agujero de la capa de ozono ha crecido de nuevo y vuelve a estar de actualidad? Todo apunta a una causa natural como principal origen esta vez. No es otra que la erupción del volcán submarino de Hunga Tonga, situado en la Polinesia, y que tuvo lugar allá por 2022. 

Pese a todo, la comunidad científica internacional no ha cambiado su hoja de ruta, y confía aún en cumplir su objetivo de haber cerrado definitivamente el agujero de la capa de ozono en torno al año 2050. Una predicción que, además, beneficiaría al calentamiento global y sus constantes amenazas de cambiar la vida en la Tierra.