Todo el mundo sabe que el cerebro es como un gran ordenador, capaz de recibir, procesar y recordar un gran número de informaciones cada día. Pero a la hora de la verdad, no toda era información resulta especialmente útil o relevante, y el propio órgano se encarga de seleccionar lo provechoso y descartar lo demás. 

Y es precisamente durante la noche, en las horas de descanso, cuando tu mente se pone a trabajar y se encarga de llevar a cabo esa filtración. Por eso en ocasiones dormir bien puede ser la mejor forma de ejercitar la memoria, al contrario de lo que en ocasiones se piensa. 

Estudiar de noche, ¿mejor para la memoria?

Seguro que en alguna ocasión has experimentado o escuchado la costumbre de los estudiantes de pasarse la noche en vela para estudiar para un examen. Siempre con la convicción de que hacer un esfuerzo, incluso a costa de robarle horas al sueño, puede ser beneficioso para recordar una lección. 

Pues bien, la ciencia va en una dirección completamente opuesta: el descanso es tan importante como el estudio o, en según qué casos, todavía más. Por lo que algunos alumnos “dormilones” podrían tenerlo más fácil que sus compañeros para aprobar. 

9 trucos sencillos y efectivos para ejercitar y mejorar tu memoria, según la ciencia

Ya en el año 2018, la Royal Society Open Science británica llevó a cabo un estudio que apuntaba en esa dirección. Después de poner a prueba a diferentes sujetos de distintas edades, llegaron a la conclusión de que los individuos que estudiaban por la noche y después dormían bien recordaban mejor lo estudiado que quienes lo hacían por la mañana; es decir, sin descanso de por medio. 

Otros estudios, además, han demostrado que el aprendizaje se consolida en la memoria durmiendo, no repasando lo mismo repetidamente. 

La importancia de dormir bien para poder recordar

Así también lo ha confirmado el prestigioso Centro RIKEN de Ciencias Cerebrales, en Japón, un equipo dedicado a la investigación de todo lo que tiene que ver con el cerebro y sus funciones. En repetidas ocasiones han estudiado en profundidad la memoria, el aprendizaje y la relación que ambas tienen con el sueño y el descanso. 

Según la científica nipona Masako Tamaki, “muchos alumnos estudian durante la noche, pero eso no sirve de nada si no duermen lo suficiente”. Sus investigaciones han tenido como resultado concretar que es precisamente con el sueño como se consolida la memoria y todo lo aprendido. 

De esta forma, los distintos procesos neuronales que se llevan a cabo a lo largo del periodo de descanso de cualquier persona, permiten potenciar la memoria. No conviene confundirlo, en cambio, con la creencia popular de poder aprender mientras se está dormido, por ejemplo, escuchando distintos mensajes. 

Aunque las opiniones científicas se encuentran encontradas en ese sentido, no existen investigaciones que demuestren que se puede adquirir nuevos conocimientos mientras se está dormido. Pero sí es fundamental disfrutar de un descanso completo y profundo para retener las lecciones. 

Así que, si alguna vez has pensado que por pasar una noche en vela al día siguiente ibas a rendir memorizar mejor una tarea académica o profesional, ya sabes, la ciencia no está de acuerdo en absoluto.