Logo Computerhoy.com

No solo inteligencia artificial: grandes inventores que se han arrepentido de sus creaciones

Enrique Luque de Gregorio

Persona arrepintiéndose de algo

Depositphotos

Hace apenas unos meses Geoffrey Hinton, ganador del Premio Nobel y uno de los padres de la inteligencia artificial, abandonó Google, atemorizado de cómo su invento podría afectar a la vida de muchas personas. 

Sus inquietantes declaraciones dieron la vuelta al mundo, al advertir que pronto nos encontraríamos con una sociedad incapaz de advertir qué es real y qué no.

El propio científico tampoco descartaba un futuro en el que la IA podría suponer una grave amenaza para toda la humanidad si aprendía a escribir y ejecutar sus propios códigos. 

Este caso, curiosamente, no es ni mucho menos único. A lo largo de la historia han existido muchos inventores que se han arrepentido de sus creaciones. En ciertos casos concretos, además, sin que finalmente dé la impresión de que las alarmas estuviesen del todo justificadas. ¿O tal vez sí? Veamos algunos de los ejemplos más llamativos. 

Inventores que se han arrepentido de sus creaciones

Philo T. Farnsworth fue uno de esos inventores que terminó renegando de aquello que le había hecho célebre en todo el mundo. Si su nombre no te dice gran cosa, probablemente quizá eso cambia al especificar que fue el padre de la televisión completamente electrónica. 

Un invento que, según él, ayudaría a educar a la sociedad y tendría fines culturales. Antes de morir, y al ver que su creación solo era un entretenimiento banal, lamentó haberla llevado a cabo. 

No solo inteligencia artificial: grandes inventores que se han arrepentido de sus creaciones

El caso más tristemente célebre, no obstante, seguramente sea el del estadounidense Robert Oppenheimer, de reciente actualidad debido a la última película de Christopher Nolan. Aunque durante mucho tiempo trabajó para crear la bomba atómica, su intención inicial consistía en ayudar a la seguridad y defensa de su país. 

Cuando Estados Unidos se enfrentó a Japón en la Segunda Guerra Mundial y Oppenheimer pudo comprobar lo que su arma era capaz de hacer, en cambio, no dudó en asegurar que había sido un error. Poco pareció consolarle la típica reflexión de que si no hubiese sido él, otro la hubiese terminado por desarrollar antes o después. 

El invento de Albert Nobel que le atormentaría siempre

No es infrecuente que muchos grandes inventos que nacieron con un fin positivo, hayan terminado dando alas al mal, por decirlo de alguna manera. Un buen ejemplo de ello fue el protagonizado por el famoso Albert Nobel, inventor de la dinamita. 

Según sus propias conclusiones, este científico siempre buscó lograr con sus avances técnicos mejorar el mundo de la construcción; es decir, hacer un bien a la humanidad. Y sin duda así fue, al menos, hasta que la dinamita también comenzó a utilizarse como un elemento de destrucción. Según cuentan, el padre de los conocidos premios anuales, vivió atormentado hasta el final de sus días. 

No solo inteligencia artificial: grandes inventores que se han arrepentido de sus creaciones

Una trayectoria distinta fue la que llevó el ruso Mikhail Kalashnikov, creador del popular fusil que, gracias a su diseño barato y eficaz, ha poblado los campos de batalla de todo tipo de conflictos bélicos. 

En su caso, la idea era fabricar un arma desde el principio, obviamente, y durante mucho tiempo esto no pareció afectarle. Al llegar a la senectud, en cambio, sí padeció problemas de conciencia.

Inventos de hace más de 250 años

Todos estos ejemplos, de grandes inventores que se arrepintieron de sus creaciones, cobran especialmente vigencia en la actualidad, cuando la tecnología avanza a pasos agigantados, por ejemplo en el caso de la inteligencia artificial. 

¿Tendrán finalmente sus diseñadores originales una verdadera razón para lamentar sus progresos informáticos? Actualmente, los expertos, e incluso puede que la sociedad en sí, se encuentran divididos al respecto, y es difícil prever qué sucederá en el futuro. A veces, simplemente, todo depende del prisma con el que algo se mire. 

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.