El 10 de septiembre de 1993 se estrenó en Estados Unidos Expediente X (X-Files), una serie de ciencia-ficción revolucionaria que, 30 años después de su estreno, está considerada una de las primeras series de la televisión moderna.

Los agentes del FBI, Fox Mulder (David Duchovny) y Dana Scully (Gillian Anderson), investigan extraños casos relacionados con el fenómeno OVNI, conspiraciones, eventos paranormales, monstruos y otros misterios. "La verdad está ahí fuera", era el mantra que enganchó a toda una generación.

Creada por Chris Carter, Expediente X se mantuvo en antena durante nueve temporadas, aunque después estrenó dos películas. En 2016 regresó con los actores originales, para las temporadas 10 y 11.

Expediente X es una de las series más premiadas de la historia. Acumula 141 premios, incluyendo docenas de los más prestigiosos de la televisión: Emmys, Globos de Oro, Sindicato de Actores, etc.

La influencia de Expediente X

A principios de los años 90, las series de televisión eran un producto despreciado por los directores y actores de cine. A la tele iban a trabajar aquellos que no triunfaban en el cine.

Las series televisivas eran, en su mayoría, productos de bajo presupuesto con guiones simples, efectos especiales de baja calidad, y decorados de andar por casa.

Todo esto comenzó a cambiar con series como Twin Peaks de David Lynch (1990) y la propia Expediente X (1993). Series que traían a la televisión el lenguaje cinematográfico, guiones más elaborados, efectos especiales de calidad, y una puesta en escena más estética. La distancia entre las series y las películas comenzaba a recortarse.

Chris Carter, su creador, se inspiró en un poco creíble informe que le impactó: 3,7 millones de norteamericanos podrían haber sido abducidos por extraterrestres.

Siguiendo la estela de series clásicas de ciencia-ficción como En los límites de la realidad (The Twilight Zone), e influenciado por escándalos políticos como el Watergate, Carter ideó una serie en donde las conspiraciones del gobierno pueden ser tan peligrosas como las de los agentes extranjeros.

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Expediente X también fue pionera en otros muchos aspectos. Un buen ejemplo es el personaje de Dana Scully, interpretado por Gillian Anderson. Hasta ese momento, en la televisión, los papeles fuertes femeninos casi siempre venían acompañados de una carga sexual. Las protagonistas solían vestir faldas cortas y provocativos escotes, para atraer a los espectadores masculinos.

Expediente X rompió esta norma presentando a una Dana Scully que además de agente del FBI era médica, y siempre iba vestida de forma muy sobria, con colores apagados, pantalones, y chaquetas cerradas.

Scully era una mujer fuerte, inteligente, y que no hacía uso de sus encantos, pese a su belleza. Un canon que no era habitual en los 90. El personaje generó lo que se ha bautizado como Efecto Scully: niñas y adolescentes que se convirtieron en médicas, ingenieras, o agentes de la ley, inspiradas por la protagonista de la serie.

Otro hito de Expediente X es que se convirtió en la primera serie que se editó en DVD, en el año 2000. Fue toda una revolución, porque hasta ese momento solo se podían ver series en los cuatro o cinco canales de televisión que existían, o en ediciones de capítulos sueltos en VHS.

Hoy nos parece algo normal, pero en aquella época, tener la posibilidad de comprar series por temporadas completas, con las voces originales, subtítulos, y extras, era algo nunca visto. Actualmente se puede ver en streaming en Disney+.

Se cumplen 30 años del estreno de Expediente X, una de las primeras series de lo que podríamos llamar la era moderna de la televisión. Sin apuestas rompedoras como ella, posiblemente éxitos actuales como Stranger Things, Fundación o Juego de Tronos no existirían, o serían muy diferentes.