5 películas de coches y velocidad que adelantan claramente a Fast & Furious
¿Piensas que todas las películas que aúnan velocidad y acción resultan irresistibles? Pues aquí te dejamos algunas alternativas a la saga Fast & Furious que seguramente te hagan pasar ratos de lo más entretenidos.
Cuando en 2001 se estrenó la película Fast & Furious (A todos gas en España), seguramente sería difícil imaginar que más de veinte años después la franquicia seguiría encadenando estrenos. Y sí, se ha convertido por derecho propio en la saga de carreras y velocidad más reconocida por el gran público. Sin embargo, no es ni mucho menos la única.
Muchas películas de coches y carreras no solo han convencido también al gran público, sino que con el paso del tiempo se han convertido en auténticos clásicos.
¿Son películas de coches mejores que Fast & Furious? Tal vez sí, tal vez no, eso irá por gustos. Pero de lo que no hay duda es que cualquier amante del género podría pasar un buen rato con ella. Aquí te dejamos nuestras favoritas.
Speed: Máxima potencia (1994)
Speed no fue la primera película en ofrecer una premisa similar: un gran vehículo no puede detenerse, o todos en él morirán. No obstante, cuando esta enérgica película se estrenó, fue todo un éxito, y es fácil comprender que así fuera: tenía un reparto muy atractivo, con un joven Keanu Reeves, Sandra Bullock, Dennis Hooper, Jeff Daniels… y una puesta en escena muy convincente.
De hecho, la película se llevó varios premios (técnicos, en su mayoría, es cierto) y tuvo una secuela. Eso sí, la segunda parte no estuvo igual de acertada. De hecho, muchos la recuerdan como una de las peores secuelas de la década de los 90.
60 segundos (2000)
Estrenada apenas un año antes que Fast & Furious, 60 segundos tenía como reclamo a su pareja protagonista: un —por aquel entonces— muy popular Nicolas Cage y Angelina Jolie. La película, además, tenía muchos coches, mucho ritmo y estaba rodada casi a ritmo de videoclip.
Tanto es así, que muchos la criticaron por ser una especie de cascarón vacío, pero los aficionaos a la velocidad se abalanzaron a los cines a verla. Si te gustó A todo gas, seguramente también puedas disfrutarla, pese a sus limitaciones.
Drive (2011)
Está claro que en Drive lo comercial dejaba paso a una película mucho más intimista y tranquila, pero aclamada por la crítica en su momento. Protagonizada por Ryan Gosling y dirigida por Nicolas Winding Refn, Drive es una película más estilizada y oscura.
En ella, Gosling interpreta a un conductor de acrobacias que se ve involucrado en el mundo del crimen. La película es conocida por su peculiar atmósfera y una envolvente banda sonora. De esas que adoras o te dejan como estabas.
Rush (2013)
Una gran película de coches y velocidad, pero también un drama que conquistó a crítica y público. Rush narra la rivalidad real entre los pilotos de Fórmula 1 James Hunt (Chris Hemsworth) y Niki Lauda (Daniel Brühl) durante la década de 1970.
Gracias a la dirección del veterano Ron Howard, ofrecía además un ritmo muy logrado y resulta sumamente entretenida de principio a fin. Es recomendable, te gusten o no los coches, pero sí disfrutas con ellos, mejor que mejor.
Transporter (2002)
La primera entrega de esta potente saga de acción no solo lanzó al estrellato a Jason Statham, sino que supo conservar en cierta medida la esencia del cine de acción de épocas pasadas (antes de que los efectos especiales digitales lo transformaran).
Es decir, velocidad muy artesanal y coreografías que permitieron lucirse al actor británico, y que después ha repetido casi sin tregua.
Por supuesto, existen muchas películas de coches legendarias dentro y fuera de Hollywood, pero si lo que estás buscando películas alternativas, rápidas y entretenidas a Fast & Furious, quizá esta selección sea un buen sitio por el que empezar.
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