La NASA estuvo a punto de perder la comunicación por tiempo indefinido con la nave espacial Voyager 2, un hito en la exploración interestelar. El incidente, que ocurrió el 21 de julio, estuvo a punto de dejar en silencio a la sonda durante tiempo indefinido. 

La situación fue causada por un error humano que hizo apuntar la antena de la Voyager 2 a dos grados lejos de nuestro planeta durante una orden de rutina transmitida por el equipo. Se había corregido el error, pero a la hora de transmitir se transmitió el código equivocado. ¿A quién no le ha pasado? En la NASA también son humanos.

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Suzanne Dodd, directora del proyecto de la misión interestelar Voyager, expresó el momento de pánico que siguió al descubrimiento del error, dado que la sonda estaba a 2 grados de desviación. Sin embargo, el equipo no se rindió y encontró una solución, tal y como recoge Wired.

En la mañana del 2 de agosto, emitieron una señal dirigida a la Voyager 2: un grito desesperado desde Canberra, Australia. La señal de mayor potencia que pudieron, utilizando el transmisor de banda S de 70 metros y 100 kilovatios, para ajustar su antena hacia la Tierra, en un intento de superar la desviación, para desesperación del equipo, la señal de vuelta tardaría en regresar. 

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Tras 37 horas de tensa espera, llegó: el contacto se restableció con la Voyager 2. Linda Spilker, científica del proyecto Voyager en el JPL, expresó el alivio del equipo cuando la sonda finalmente respondió.

El intento, desesperado, había funcionado, aunque quedaba una última esperanza si no funcionaba: la restauración del los datos que debía producirse en octubre en Voyager 2 y que podría redireccionar la señal hacia la Tierra de nuevo.

Voyager 1 y 2 pioneros de la exploración espacial

Las Voyager 1 y 2 han sido auténticos pioneros en la exploración espacial, y este incidente puso de manifiesto su relevancia. A pesar de cumplir 46 años en breve, estas naves espaciales han proporcionado una riqueza de datos científicos del espacio y el sistema solar.

Los equipos científicos han destacado que incluso un período de dos semanas sin datos no afectaría significativamente a sus investigaciones. Este episodio sirve como un recordatorio del valor de estas misiones y cómo, incluso en medio de desafíos y riesgos, la dedicación y creatividad del equipo de la NASA han asegurado que la Voyager 2 continúe transmitiendo datos vitales.