Con una altura de órbita de 320 km y un historial de cinco años surcando el espacio, el satélite Aeolus enfrenta un reto crítico. La Agencia Espacial Europea (ESA), vigilante ante cualquier irregularidad, ha detectado una inesperada variación en la trayectoria de satélite, lo que ha suscitado legítimas preocupaciones sobre su posible zona de descenso. 

El satélite Aeolus, lanzado por la ESA en 2018, ha sido una misión importante para estudiar y medir los vientos en la atmósfera terrestre. Durante su tiempo en órbita, Aeolus ha proporcionado datos vitales para mejorar la precisión de los pronósticos meteorológicos globales.

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Sin embargo, su vida operativa se está acercando a su fin y, como resultado, los controladores de la misión en Alemania han estado trabajando arduamente para planificar y ejecutar su retorno controlado a la Tierra.

El 24 de julio, se esperaba que Aeolus alcanzara los 280 km de altitud, momento en el que se llevarían a cabo maniobras para dirigir el satélite hacia una trayectoria de vuelta a nuestro planeta. El proceso culminaría con una reentrada controlada programada para el 28 de julio, cuando Aeolus se situara a 120 km de altitud para comenzar su descenso. 

Sin embargo, su dirección habría variado de forma errática. Aeolus tiene hoy una trayectoria impredecible, según informa el diariodegranada. Algo que alarma contra un impacto no calculado. El plan era, a una altitud aproximada de 80 km, que la mayor parte del satélite se quemará, lejos núcleos urbanos. 

Es preciso decir, que como norma general, los reingresos a la atmósfera de satélites no controlados apenas suponen un riesgo para la población, aunque existe la posibilidad de que parte de las piezas sobrevivan a la incineración y caigan a la Tierra.

¿Qué beneficios ha proporcionado Aeolus a los centros meteorológicos?

Aeolus fue diseñado principalmente para medir y estudiar los vientos en la atmósfera terrestre desde una perspectiva espacial. Su objetivo es proporcionar datos valiosos para mejorar la precisión de los pronósticos meteorológicos globales, junto a otros satélites europeos.

Los datos recopilados por Aeolus han sido fundamentales para mejorar la precisión de los pronósticos climáticos a nivel mundial. La información sobre los vientos en la atmósfera superior ha sido especialmente valiosa para predecir eventos climáticos importantes y comprender los patrones climáticos a largo plazo. Estaremos pendientes de los anuncios de la ESA ante su vuelta a la Tierra.