Cómo sacar el máximo partido a tu Xbox Series X: Trucos para mejorar su rendimiento
La Xbox Series X es una consola potente, sin embargo, hay algunos ajustes y configuraciones que puedes realizar para optimizar aún más su rendimiento y aprovecharla al máximo.
La Xbox Series X es la consola más potente jamás creada, con la cual puedes jugar tus títulos favoritos a la máxima calidad disponible, ya que ofrece juegos a 4K, calidad apabullante y una excelente velocidad de descarga.
Si bien la consola de Microsoft ya ofrece una gran experiencia, lo cierto es que puedes mejorar su rendimiento, sí, esto es posible gracias a unos trucos que debes aplicar para sacar el máximo partido a este gran dispositivo.
Te compartimos cómo optimizar tu Xbox Series X, configurar tu consola, mejorar tu conexión a Internet, priorizar el almacenamiento interno, elegir la configuración de vídeo ideal y mucho más.
Conexión por cable Ethernet
Aunque la Xbox Series X cuenta con conexión WiFi, nada supera la estabilidad y velocidad de una conexión por cable.
Para asegurarte de aprovechar al máximo tu conexión, conecta tu consola directamente al router utilizando un cable Ethernet.
Esto no solo mejorará la velocidad de descarga, sino que también reducirá la latencia, proporcionándote una experiencia de juego más fluida y sin interrupciones.
Olvídate del WiFi si quieres sacarle todo el jugo a tu consola. Una conexión por cable te dará velocidades de descarga más rápidas y una latencia menor, crucial para juegos online.
Si el cable no es una opción, asegúrate de usar la banda de 5 GHz en tu router para obtener la mejor conexión inalámbrica posible.
Prioriza el almacenamiento interno
El almacenamiento interno de la consola es rápido y eficiente, ya que está especialmente diseñado para juegos de última generación.
Al utilizar este espacio para juegos específicamente optimizados para la Xbox, garantizas un rendimiento óptimo y tiempos de carga más rápidos.
Si bien puedes utilizar unidades externas para ampliar la capacidad del disco, ten en cuenta que el rendimiento puede ser inferior en comparación con el almacenamiento interno.
Se recomienda no utilizar unidades externas como almacenamiento adicional, y si lo haces, considera ejecutar juegos más antiguos que no requieran gran velocidad para conseguir un rendimiento óptimo.
Elige el modo de rendimiento
Algunos juegos ofrecen la opción de elegir entre modos de rendimiento y calidad visual. Si priorizas la fluidez y la velocidad de fotogramas, opta por el modo de rendimiento.
Esto al final te garantizará una experiencia de juego más suave, especialmente en juegos con acciones rápidas o multijugador competitivo.
Al reducir los efectos visuales en favor de un rendimiento más estable, podrás disfrutar de una jugabilidad más fluida y receptiva.
En la configuración de cada juego, puedes activar el modo rendimiento para disfrutar de una tasa de frames más alta (ideal para juegos de acción) o el modo calidad, que prioriza la resolución y los detalles visuales.
Habilita VRR, 120 Hz y el HDR
Para aprovechar al máximo la potencia de tu Xbox Series X, asegúrate de habilitar tecnologías como la frecuencia de actualización variable (VRR), juegos a 120 Hz y alto rango dinámico (HDR).
Estas características mejorarán la calidad visual y la experiencia de juego, ofreciéndote imágenes más nítidas, colores más vibrantes y una respuesta más rápida en la pantalla.
Cabe señalar que la frecuencia de actualización variable o VRR ajusta automáticamente la frecuencia de actualización de la pantalla para que coincida con la velocidad de fotogramas del juego.
Si tu televisor o monitor lo permite, no dudes en activar estas opciones. El VRR sincroniza la frecuencia de actualización de la pantalla con la tasa de frames del juego, eliminando el molesto "tearing".
Además, los 120 Hz duplican la fluidez de movimiento, y el HDR te transporta a nuevos niveles de realismo visual con colores más vibrantes y un contraste más profundo.
Mantén tu consola limpia y bien ventilada
El sobrecalentamiento puede afectar negativamente al rendimiento de la consola, por esta razón, es vital asegurarse de mantenerla limpia y bien ventilada, eliminando el polvo y verificando que las rejillas de ventilación estén despejadas.
Por otro lado, evita colocar la consola en espacios cerrados o cubiertos, y cuida de que haya suficiente espacio alrededor de la misma para permitir un flujo de aire adecuado. Un poco de limpieza regular nunca viene mal.
Considera invertir en accesorios de refrigeración adicionales, como bases de refrigeración o ventiladores externos, para mantener la temperatura de tu consola bajo control durante largas sesiones de juego intensivo.
Reinicia la consola periódicamente
Por último, pero no menos importante, trata de reiniciar tu Xbox Series X de vez en cuando. Esto puede ayudar a resolver problemas de rendimiento, conectividad de red y otros problemas técnicos que puedan surgir.
Hacerlo ocasionalmente es una forma sencilla de mantener este dispositivo funcionando sin problemas. Además, asegúrate de mantener tus juegos actualizados para aprovechar al máximo las últimas mejoras y correcciones de errores.
Adicionalmente, puedes explorar las opciones de configuración de la consola para encontrar otras opciones que se adapten a tus necesidades. Por ejemplo, puedes ajustar el brillo, el sonido, la configuración de energía y mucho más.
Siguiendo estos sencillos trucos y consejos, podrás sacar el máximo partido a tu Xbox Series X y disfrutar de una experiencia de juego óptima y sin problemas.
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Descubre más sobre Juan Manuel Delgado, autor/a de este artículo.
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