Pese a que España ha atravesado una temporada de altas temperaturas para las fechas en las que está, el frío ya ha llegado y ya son muchos los que se preparan para tener sus casas con una temperatura adecuada.

Muchos, aunque esto no suele ocurrir si vives en un bloque de edificios, pero sí también existe, recurren a sistemas de calefacción como estufas y chimeneas eléctricas para combatir el frío. Sin embargo, a menudo se enfrentan a un gran problema: el calor se concentra en una sola zona y, a medida que te alejas de la fuente de calor, la sensación de frío regresa. 

Mencionar que esto es algo que también ocurre muy a menudo con los aparatos de aire acondicionado que también son capaces de emitir calor. El problema es que la factura a final de mes acaba pasando factura, nunca mejor dicho, a los usuarios y sus bolsillos.

Entonces, ¿cómo se puede distribuir de forma eficaz el calor por toda la habitación sin gastar en electricidad para calentar más y mejor tu casa? La respuesta se encuentra en los ventiladores de estufa y su simple funcionamiento gracias a un simple principio físico.

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Estos ingeniosos y seguramente virales dispositivos se conocen como ventiladores de estufa y están disponibles en muchas tiendas en línea, tal y como explica El Español. Por ejemplo, puedes encontrarlos gracias a empresas como Prensa Stove en Murcia, España o incluso en Amazon, con un precio medio de 50 euros, aunque puedes encontrarlos incluso más baratos.

Su función principal es distribuir de manera eficiente el calor que se genera en la estufa o chimenea por toda la habitación sin necesidad de consumir electricidad. 

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En lugar de permitir que el calor se acumule en el techo de la habitación, los ventiladores de estufa, funcionan como un ventilador al uso, ya que redirigen el aire caliente horizontalmente, proporcionando una distribución totalmente uniforme del calor en toda la zona.

La magia detrás de estos ventiladores radica en el efecto Peltier, un principio básico termoeléctrico que aprovecha el flujo de corriente eléctrica a través de la unión de dos metales diferentes. Esto hace que la unión se caliente o se enfríe, dependiendo de la dirección de la corriente. 

Los ventiladores de estufa utilizan un soporte metálico frío que se coloca en contacto con la estructura caliente de la estufa o chimenea. Cuando la temperatura alcanza un nivel específico, el ventilador se activa automáticamente.

Estos suelen constar de unas aspas con pequeñas formas en la parte trasera, que no solo sirven fines estéticos, sino que también absorben el calor del aire que asciende por la estufa. 

Esto permite que el ventilador proyecte un flujo más cálido hacia adelante, calentando la habitación mejor. Algunos modelos incluso incorporan múltiples aspas para lograr una mayor eficiencia, que viene perfecto para estancias más grandes.

Por ejemplo, uno de los modelos más famosos, Vounot, cuenta con seis aspas que comienzan a girar cuando la temperatura alcanza los 50 grados centígrados, generando un ruido que sitúa por debajo de los 35 decibelios.

Mencionar que, además, y para mayor efectividad, algunos modelos incorporan sistemas de seguridad, como una pestaña metálica que se activa cuando la temperatura en la superficie supera un límite. Esto lo que hace es levantar ligeramente el ventilador para protegerlo del exceso de calor, evitando que se sobrecaliente y se produzca un indeseado accidente doméstico.

Desde luego, esta característica de seguridad es especialmente útil, ya que no requiere que retires el ventilador de la fuente de calor después de un tiempo determinado. Son muchos los medios que ya han comenzado a hablar de este dispositivo, así que seguramente y ahora que empieza el frío, desaparezcan de las tiendas.