El nuevo Registro Audiovisual incluirá a los streamers en la misma categoría que a las plataformas de streaming. Sí, puede sonar extraño y, en verdad, lo es. Pero el texto que se ha publicado deja claro el movimiento que hará la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para asegurar que esto se lleve a cabo.

Los cambios se centran en conseguir que los grandes streamers sen considerados como prestadores de servicios audiovisuales. ¿Por qué y cómo lo van a conseguir? En primer lugar, está el motivo detrás de este cambio, siendo este la necesidad de exigir a estas personas una responsabilidad al nivel de su alcance y presencia.

Hasta la fecha, los streamers eran incluidos todos en la misma categoría y esto ha perdido el sentido cuando nos encontramos con personalidades que rivalizan en audiencia con televisiones nacionales. Al tener esto en cuenta tiene más sentido que se realice este tipo de registro cuando, además, los streamers tienen completo control.

Y, es que, para ser un prestador de servicios audiovisuales has de tener control sobre la selección de los contenidos, la tecnología por la que se emite, el tipo de contenido, el alcance y si se trata de un contenido de pago o uno libre. Vamos, los streamers cumplen en todo momento estas características.

Los streamers en España tendrán que registrarse como prestadores de servicios

Obviamente, los streamers tendrán su propia categoría dentro de esta nueva normativa. Los streamers que se deben registrar han de ser los que tengan una enorme cantidad de público y, de hecho, se espera que sean los grandes streamers los que se encuentren dentro de este registro y no las personas que tienen un público reducido.

Lo que se busca con el movimiento es hacer que los streamers tengan que responder en caso de que se salten una serie de normas. Hasta la fecha se ha visto cómo algunas de estas personalidades se han aprovechado de su posición para realizar acciones de publicidad encubiertas o, por ejemplo, jugar a juegos de azar cuando su público es menor de edad.

Esta regularización lo que hace es poner sobre la mesa una serie de normas y responsabilidades que antes no existían, haciendo que los streamers pudiesen hacer lo que quisieran mientras no incumpliesen las normas de la plataforma que les acoge. Habrá que ver cómo funciona esto a partir de ahora ya que es una propuesta de lo más interesante.