La historia de la bomba Tybee es un relato intrigante que se suma a los episodios oscuros de la era nuclear. Seguramente conoces las trágicas explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki, que marcaron un punto de inflexión en la historia de la humanidad.  

Sin embargo, estas no serían las únicas historias sombrías relacionadas con armas de destrucción masiva en el arsenal de Estados Unidos. Después de los horrores en Japón, el país estadounidense se embarcó en una carrera desenfrenada por explorar los límites de la destrucción que estas armas podían causar.  

Fue en este contexto que surgió la misteriosa historia de la bomba Tybee. Todo se remonta a finales de la década de 1950, en medio de un ejercicio de entrenamiento militar aparentemente rutinario, un giro inesperado llevó a un escenario de pesadilla.  

Los expertos señalan que un avión, cargado con una bomba nuclear, colisionó en pleno vuelo con otro avión. El piloto del segundo avión logró salvarse, pero el piloto del primero se enfrenó a una decisión vital, ya que tenía que pensar rápidamente debido a que llevaba a cargo una bomba en una aeronave dañada que, de caer, hubiera desencadenado una explosión catastrófica.  

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Sin embargo, el piloto tomo la decisión de volar sobre el océano y arrojar la bomba al agua antes de aterrizar su avión de manera segura. De esta manera, el arma nuclear desapareció en las aguas cercanas a Savannah, Georgia, Estados Unidos, sin dejar rastro aparente.  

Es por esta razón que ahora los expertos e investigadores están envueltos en el misterio que envuelve a Tybee. ¿Está realmente en el fondo del mar? ¿Cómo se ha mantenido intacta al paso del tiempo? ¿Podría ser que esta bomba nuclear aún represente una amenaza latente?  

Tybee: la bomba nuclear perdida de Estados Unidos  

La controversia en torno a Tybee se centra en si realmente era una bomba nuclear, pero algunas fuentes sugieren que podría haber sido simplemente una bomba convencional. De hecho, el piloto del avión que transportaba la bomba, Howard Richardson, ha afirmado en repetidas ocasiones que no había componentes nucleares a cargo.  

Mantiene su palabra, y afirma que había solicitado específicamente que se retiraran esos componentes para el ejército en particular, y tiene un recibo que respalda sus declaraciones.  

No obstante, esta versión ha sido refutada varias veces por otras personas. Asimismo, también contradice con declaraciones y documentos que indican lo contrario. 

En 1966, el subsecretario de Defensa, Jack Howard, habló sobre la bomba Tybee ante un comité del Congreso y mencionó armas completas en lugar de cápsulas sin armas, lo que propone que la bomba pérdida era, de hecho, una bomba nuclear en su máxima expresión.  

Esta intrigante historia ha resurgido en pleno siglo XXI gracias a Derek Duke, un oficial retirado de la Fuerza Aérea. Esta persona ha emprendido una búsqueda incansable para encontrar la bomba nuclear perdida. A pesar de sus esfuerzos, su motivación ha sido objeto de debate. 

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Algunos creen que está tratando de capitalizar la historia con guiones de películas y estrategias publicitarias para beneficio propio, pero Derek desmiente estos señalamientos.  

Ahora bien, la pregunta que ha persistido por años, ¿qué pasaría si la bomba Tybee se dejara dónde está? Expertos en armas afirman que, dadas las circunstancias actuales, el riesgo de buscarla supera con creces los posibles beneficios.  

Esto significa que, la búsqueda podría afectar el delicado ecosistema marino y habría una explosión con tintes catastróficos. Además, esta poderosa arma de destrucción masiva podría representar un peligro potencial si se intenta mover o extraer debido a la incertidumbre sobre su estado de actual.