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10 consejos científicos para aprender cualquier cosa más rápido y mejorar tu memoria

Memoria

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Estas técnicas te permiten aprender más rápido y retener mejor la información. Al aplicarlas, podrás optimizar tu tiempo de estudio y aprovechar al máximo tu capacidad cognitiva.

El aprendizaje es una herramienta fundamental en la vida de cualquier persona, ya sea que estés estudiando para un examen, tratando de adquirir una nueva habilidad o simplemente buscando ampliar tu conocimiento, el proceso para llevarlo a cabo puede ser en gran medida desafiante. 

Pero existen diversas técnicas respaldadas por la ciencia que pueden ayudarte a acelerar este proceso y mejorar tu memoria de manera fácil y sencilla. Algunas de ellas es que no te conformes con solo escuchar, trata de participar activamente, ya sea haciendo preguntas, discutiendo con otros sobre un determinado tema o participando en ejercicios prácticos

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Debes tener en cuenta que todas las personas no aprenden de la misma manera, es por esta razón que puedes probar con diferentes técnicas y métodos de aprendizaje hasta encontrar uno que te funcione bien y se adapte a tus necesidades. 

El cerebro necesita tiempo para procesar la información, lo aconsejable es que tomes descansos frecuentes durante el estudio para evitar el agotamiento mental. Sin embargo, además de las técnicas anteriores, existen diez formas respaldadas por la ciencia para acelerar el proceso de aprendizaje

Habla en voz alta lo que quieras recordar

La primera técnica es hablar en voz alta. La investigación demuestra que este acto de vocalización puede ser un mecanismo poderoso para mejorar la memoria

Cuando dices en voz alta lo que quieres recordar, estás comprometiendo activamente tu cerebro en el proceso de aprendizaje. Esta participación activa hace que la información sea más distintiva en tu memoria a largo plazo. 

Toma notas a mano

Los expertos señalan que escribir a mano implica un proceso cognitivo más activo en comparación con el uso de un ordenador para tomar apuntes. Cuando aplicas este método, necesitas resumir y organizar la información de manera más selectiva, ya que no puedes escribir todo como lo harías en un PC. 

Esta selección requiere un pensamiento más profundo y activo, lo que facilita la comprensión, pero sobre todo la retención. Trazar las letras y palabras en el papel crea una memoria kinestésica, lo que significa que tu cerebro recuerda no solo las palabras en sí, sino también el movimiento de escribirlas, al final, esto refuerza la memoria

Divide tus sesiones de estudio

La práctica distribuida implica dividir tus sesiones de estudio en fragmentos más pequeños en lugar de concentrar todo en una sesión programada. La técnica aprovecha el fenómeno de la práctica espaciada, que se basa en la idea de que el aprendizaje es más efectivo cuando se distribuye en el tiempo en lugar de amontonarlo en una sola ocasión. 

Por ejemplo, en lugar de estudiar durante cuatro horas seguidas, podrías dividir ese tiempo en dos sesiones de dos horas. Esto permite que tu cerebro procese y consolide la información de manera más eficiente. Hacer esto evita la fatiga mental y ayuda a mantener un nivel de concentración alto.

Pon a prueba tus habilidades

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La autoevaluación es una herramienta poderosa para consolidar la memoria, ya que estás evaluando tu propio conocimiento y habilidades. Por ejemplo, después de estudiar un tema, hazte preguntas sobre la información que has aprendido. 

Cuando te enfrentas a una pregunta o un problema y tratas de responder por ti mismo, automáticamente estás ejercitando tu memoria, así como tu capacidad para recuperar información. Si cometes errores, no te preocupes, son valiosos, ya que te muestran las áreas en las que necesitas mejorar. 

Adopta diferentes técnicas y ejercicios 

Esta técnica se basa en la idea de que la variación en la práctica ayuda a tu cerebro a adaptarse y a aprender de manera más eficaz. Es decir, en lugar de repetir una tarea de manera idéntica una y otra vez, introduce variaciones sutiles en tu estudio. 

Por ejemplo, si estás aprendiendo a tocar un instrumento musical, no practiques siempre la misma pieza de música de la misma manera. En este caso, introduce cambios en la velocidad, el ritmo o la interpretación, así te obligarás a estar más atento y a adaptarte a diferentes condiciones. 

Haz ejercicio

El ejercicio no solo mejora tu salud física, sino que también beneficia tu capacidad de aprendizaje y memoria. Cuando te ejercitas, ya sea en correr o caminar, aumenta la producción del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína que apoya el crecimiento de las células cerebrales. 

Asimismo, practicar una actividad de alta intensidad puede mejorar la memoria de alta interferencia, que se refiere a la capacidad de recordar información similar o relacionada. Es decir, si deseas recordar caras o nombres, el ejercicio puede ayudarte a hacerlo con mayor facilidad.

Duerme lo suficiente

Dormir

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El sueño desempeña un papel fundamental en el proceso de consolidación de la memoria, ya que, mientras duermes, tu cerebro procesa y almacena la información que has adquirido durante el día. De esta manera, interrumpir el sueño puede afectar negativamente tu capacidad para memorizar recuerdos. 

Una breve siesta puede mejorar significativamente la memoria, esto está basado en un reciente estudio que demostró que dormir al menos 40 minutos durante algún momento del día, puedes retener hasta el 85% de los patrones aprendidos, en comparación con el 60% de aquellos que permanecieron despiertos. 

Estudia un poco de cada materia

Es importante que en lugar de enfocarte en una sola materia a la vez, consideres aprender o practicar varias materias o habilidades en sucesión. Esta técnica lleva por nombre entrelazado y ha demostrado ser una forma efectiva de entrenar tus habilidades

Al alternar entre diferentes temas, te ves constantemente obligado a adaptarte, es este sentido, tu cerebro debe cambiar de un conjunto de reglas y conceptos a otro, lo que mejora tu capacidad para diferenciar entre ellos.

Explica la información a otra persona

Enseñar a otra persona lo que has aprendido puede ser una de las mejores maneras de consolidar tu propio conocimiento. Cuando te preparas para aplicar esto, debes organizar la información de manera clara y comprensible para que otros la entiendan. 

A menudo, las preguntas que te hacen tus alumnos te llevan a profundizar en el material y abordar conceptos desde diferentes ángulos, por lo cual enriquece tu propio aprendizaje. 

Estudia con un amigo

Trabajar con otra persona puede ayudar a que el aprendizaje sea más divertido, pero sobre todo efectivo. Puedes estudiar con un amigo o compañero de clase y hacer preguntas entre ustedes. Cuando conectas lo nuevo con lo familiar, proporcionas un contexto que ayuda a recuperar la memoria.

Imagina que estás aprendiendo un nuevo idioma, por lo que si ya tienes ciertos conocimientos, puedes asociar nuevas palabras o conceptos con palabras similares en el idioma que ya sabes. Al final, retienes el recuerdo de la nueva información, por lo cual mejoras la memoria. 

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Etiquetas: estudios, aprender