Hoy 15 de noviembre se celebra el Día Mundial sin Alcohol, una cita contraria a la ebriedad en el mundo. Con todo, el alcohol es una sustancia razonablemente aceptada por la sociedad, y que gran parte de España consume para, en gran medida, divertirse. 

Según el Instituto Nacional de Estadística, más del 70% de la gente ha bebido alguna vez o bebe alcohol en nuestro país. Las líneas rojas, en este caso, acostumbran a estar algo difusas. ¿Cuándo el hábito se convierte en un problema? Aquí te dejamos 5 señalas claras para identificar si una persona realmente tiene problemas de adicción con la bebida. 

Consumo excesivo de alcohol

Conviene dejarlo claro: beber mucho no tiene por qué significar que eres alcohólico. Hay gente que lo hace y no tiene adicción alguna. Pero lo que es indudable es que se trata de una de las señales más claras a la hora de identificar problemas con la bebida. 

Lo complicado, en cambio, viene cuando no puedes manejar las cantidades que consumes. Es decir, que cuando pruebas una bebida alcohólica eres incapaz de limitarte a tomar una o dos, si no que siempre la cosa se vuelve mucho más generosa, por así decirlo. Por lo tanto, las cantidades son claves para identificar una adicción. 

Negación y ocultamiento

Aunque suene a tópico, la realidad es que lo mejor cuando se tiene un problema es empezar por ser consciente de él y reconocerlo, se trata de lo que se trate. El alcohol, en este sentido, no es una excepción, más bien al contrario. 

Mucha gente que tiene problemas con la bebida lo oculta, por ejemplo negando que ha consumido, o haciéndolo a escondidas. En muchas ocasiones, sin compañía de nadie más.

Problemas de dependencia

Cuando se es alcohólico, es habitual beber cada vez más. Aunque tampoco esto quiere decir que necesites más cantidad de bebida para entrar en un estado de ebriedad, o que la bebida dure más en sangre. 

Lo que sí suele aparecer en casi todos los casos son los síntomas de abstinencia. Dependiendo de cada caso, estos pueden ir desde el mal humor hasta los temblores o episodios de sudoración excesiva. 

Problemas en la vida cotidiana

Todos, en un momento dado, hemos podido pasarnos con la bebida e ir a la oficina o a ver a la familia con resaca. No obstante, una de las señales más claras para saber que tienes un problema con el alcohol se manifiesta cuando esto empieza a ser costumbre. 

Si el consumo de alcohol hace que cada vez sea más complicado mantener unas rutinas laborales, familiares, de pareja y demás, puede ser el momento de pensar seriamente en el tema. 

Perder el control

Cada persona ebria puede actuar de una forma. Suele decirse que eso depende del carácter que tengas y cómo te encuentres interiormente. Hay muchas formas de perder el control, pero si esto también se vuelve costumbre, es otra señal clara de que puede existir un problema.

Lo mismo sucede con las lagunas: despertarte a la mañana siguiente sin recordar o tener del todo claro qué es lo que hiciste la noche anterior, o durante el momento en el que bebiste. 

En cualquier caso, el problema al que se enfrentan muchas veces los expertos a la hora de tratar adicciones al alcohol pasa por identificar cuándo un caso es digno de tratamiento de verdad. 

En ocasiones, además, las adicciones suelen ir de la mano, y un alcohólico sobrio puede sustituir una sustancia por otra, sea cual sea esta.