¿Qué tienen que ver los griegos con los osos polares? Posiblemente ningún antiguo griego llegó a ver un oso polar, pero gracias a la relación que hay entre el origen de las palabras, las lenguas antiguas y la ciencia, vamos a ver cómo los antiguos griegos nos dicen dónde viven los osos polares. ¿En el Polo Norte o en el Polo Sur?

Cuando pensamos en un oso polar, a todos nos viene a la mente la imagen de un majestuoso oso blanco, paseándose por una gran superficie helada.

Los osos polares están entre los animales más populares y admirados del planeta, así que es probable que sepas dónde habitan. Pero seguro que te sorprende esta forma de recordarlo, que nos remonta casi tres milenios atrás en el tiempo.

¿Los osos polares viven en el Polo Norte o en el Polo Sur?

En el Polo Norte está el Ártico, un mar congelado rodeado de tierra. En el Polo Sur está el continente Antártico o Antártida, una masa de tierra cubierta por glaciares. Ambas zonas están cubiertas de hielo, pero su origen es muy diferente.

Y aquí viene la curiosidad: tal como nos cuenta IFLScience, la palabra Ártico proviene de la palabra griega "arktos", que significa "oso". Antártico está formada por las palabras "Anti-Ártico", es decir, en el lado contrario al Ártico. O, si traducimos al griego, Antártico significa "anti-osos" o "sin osos"...

Así que ya lo tenemos: la antigua lengua griega nos dice que los osos está en el Ártico, es decir, el Polo Norte, y en el Antártico no hay osos.

Docenas de osos sonámbulos vagan sin rumbo por Siberia: hace tanto calor, que no pueden hibernar

Vamos con otra curiosidad. Como hemos visto, los osos polares viven en el Polo Norte, pero no en el Sur. En cambio, los pingüinos viven en el Polo Sur, no en el Polo Norte.

Esta asociación de los osos polares y el antiguo griego, da lugar a otra pregunta: ¿Por qué se usó la palabra "oso" en griego, para poner nombre al Ártico?

En realidad, no se refiere al animal, sino a la Osa Menor, en cuya constelación está la estrella Polar, que marca el Polo Norte geográfico.

Ya sabemos que los osos polares viven en el Polo Norte, con ayuda de los antiguos griegos. Las lenguas y las palabras conectan el pasado con el presente. Un pasado que sigue muy vivo, aunque hayan transcurrido 2.500 años..