Euthanasia Coaster: la aterradora montaña rusa diseñada para matar a sus pasajeros
Con una caída libre superando velocidades de hasta 360 kilómetros por hora y una duración de 3 minutos, esta aterradora montaña rusa puede causar la muerte instantánea.
Las montañas rusas han sido una diversión emblemática desde hace mucho tiempo en parques de atracciones de todo el mundo. Diseñadas para brindar emociones intensas y adrenalina a los más valientes, estas estructuras han evolucionado a lo largo de los años.
No obstante, existe una montaña rusa que desafía todos los conceptos preconcebidos acerca de este tipo de atracciones. La Euthanasia Coaster, creada por el ingeniero y artista lituano Julijonas Urbonas, se ha convertido en un tema de debate y actualidad en el ámbito del entretenimiento.
La montaña rusa para morir con elegancia
La Euthanasia Coaster está diseñada para desafiar los límites de la experiencia humana, se trata de una estructura que presenta una caída casi vertical de 500 metros de altura seguida de siete bucles consecutivos, cada uno más estrecho que el anterior.
Estos elementos se combinan para someter a los pasajeros a una velocidad increíble y fuerzas G sostenidas de hasta 10 durante un minuto completo. El resultado sería la privación de oxígeno en el cerebro debido al flujo de sangre hacia las extremidades, lo que conduciría rápidamente a la muerte cerebral.
Urbonas describe su creación como una máquina de eutanasia en forma de montaña rusa, y su intención es generar una reflexión profunda sobre temas delicados como la muerte.
Aunque el diseño y los planos de la Euthanasia Coaster han sido exhibidos en museos y galerías de arte, hasta el momento sigue siendo un concepto teórico sin una implementación física.
El controvertido tema han inspirado a otros artistas y cineastas a explorar esta idea en obras ficticias. Uno de esos ejemplos es el cortometraje “H Positive”, que narra la historia de un hombre que encarga la construcción de una montaña rusa de eutanasia para controlar su propia muerte.
El artista reveló que en un principio, el diseño se centró únicamente en la trayectoria de una caída fatal con un propósito único: brindar una experiencia de muerte placentera y elegante. Era más bien un experimento mental que exploraba cómo sería la montaña rusa definitiva.
Además, los posibles usos a los que podría destinarse, como un ritual alternativo de muerte que atraería tanto a individuos como al público en duelo.
La hipotética máquina, que nunca estaría en un parque de atracciones, fue creada en colaboración con científicos y expertos de diversos campos, como la aerodinámica. Urbonas no tenía la intención de convencer a las personas de que se construiría, sino demostrar que podría construirse.
El recorrido de la montaña rusa de la mierta abarca aproximadamente 3 minutos y 20 segundos, con capacidad para hasta 24 pasajeros, la aventura comienza con una lenta ascensión hasta alcanzar una imponente altura de 500 metros.
Desde allí, se desencadena una vertiginosa caída libre, superando velocidades que superan los 360 kilómetros por hora, lo suficiente para morir con elegancia y mucha, pero mucha euforia.
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