Steve Jobs dejó un legado duradero en la industria de la tecnología, pero más allá de sus innovaciones revolucionarias, también destacó por su enfoque incansable, así como por su habilidad para potenciar la concentración en las reuniones y entrevistas de trabajo. 

Su capacidad para fomentar un ambiente centrado y productivo en las reuniones fue fundamental para el éxito de sus equipos. El cofundador de Apple entendió que la lectura requiere concentración, por ende, las distracciones pueden dificultar la comprensión en el rendimiento del día a día. 

Al comenzar las reuniones, Jobs animaba a su equipo a sacar a la luz cualquier preocupación o idea que tuvieran en mente. Esta simple acción permitía a los participantes liberarse de pensamientos distractores para estar más presentes, además de enfocados, en la reunión en curso. 

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¿Qué tienes en mente?

¿Qué tienes en mente? Es la pregunta con la que Steve Jobs comenzaba todas sus reuniones, y fue una de las claves para lograr un ambiente de trabajo centrado en la disposición a ser un poco vulnerable. Para que otros compartieran abiertamente sus pensamientos, él también debía compartir aspecto de su vida, pero sobre todo de sus emociones.  

Del mismo modo, fomentaba la confianza al escuchar activamente a sus trabajadores y hacerles preguntas pertinentes. El simple hecho de recordar los nombres de las personas, interesarse por sus vidas y escuchar atentamente sus opiniones ayudaba a construir una relación sólida. 

Por otro lado, Jobs también comprendía que resolver problemas o desahogarse eran aspectos fundamentales de una reunión efectiva. Al ofrecer un espacio para que los empleados compartieran preocupaciones, se sentían escuchados, pero al mismo tiempo valorados. 

Esta apertura en el interior de Apple permitía la generación de ideas innovadoras provenientes de diferentes perspectivas. El enfoque de comenzar las reuniones de trabajo permitiendo que todos compartieran lo que tenían en mente creaba un ambiente centrado y libre de distracciones. 

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No se necesita ser un genio para aplicar estos principios en el ámbito laboral. Cualquier directivo, gerente o líder, incluso amigo, puede ayudar a los demás a enfocarse y alcanzar su máximo potencial al tener conciencia de las distracciones para fomentar un ambiente centrado en la solución. 

La concentración y la productividad son fundamentales para lograr resultados sobresalientes, y el legado de Steve Jobs nos recuerda la importancia de cultivar estos aspectos dentro de las empresas, así como en los equipos de trabajo para alcanzar el éxito en conjunto. Y tú, ¿qué tienes en mente?