La última hembra de tortuga de Swinhoe, también llamada tortuga de caparazón blando del Yangtzé o de Shanghái, ha sido encontrada muerta en el lago de Dong Mo, en Hanói, Vietnam. Sin capacidad de reproducirse, el fatal destino de esta especie parece conducir a la extinción.

Hay registros de la tortuga de Swinhoe (Rafetus swinhoei) que se remontan al siglo XV, en donde ya se consideraba una animal sagrado en Vietnam. Fue documentada en 1873, y en sus mejores tiempos esta rara tortuga vivía por toda Asia.

Pero como ocurre con casi todas las extinciones animales, la caza indiscriminada para comérsela y para conseguir su concha blanda, así como la disminución de su hábitat por la colonización humana, la han llevado al borde de la extinción.

La lenta muerte de una tortuga gigante

En los últimos diez años solo estaban localizados 3 machos y una hembra, en China y Vietnam. La ONG Asian Turtle Program ha estado rastreándolas, sin mucho éxito.

Hace unos años al fin localizó un ejemplar, en el lago Dong Moi. Puedes verlo en este vídeo, el único que existe de una tortuga de caparazón blando del Yangtzé en libertad:

En 2020 capturaron a la tortuga para llevar a cabo un examen médico. Descubrieron que era hembra, la última de su especie. Medía 1,56 metros de largo, y pesaba 93 Kilos.

Tras ponerle una chapa de identificación, la volvieron a soltar. En 2021 pusieron en marcha un programa para juntarla con uno de los machos que hay en China, pero al parecer la falta de presupuesto, al tratarse de una ONG, impidió llevarlo a cabo.

A finales de abril, la última hembra de tortuga de Swinhoe, fue encontrada muerta. No se ha confirmado la causa de la muerte.

Ya solo quedan 3 machos registrados de la tortuga de agua dulce más grande. Su caso nos recuerda al rinoceronte blanco del Norte, del que ya solo quedan dos hembras. Aquí puedes ver al último macho, poco antes de morir. La caza furtiva ha acabado con la especie:

Así que, salvo milagro, la especie desaparecerá para siempre en los próximos años. El milagro es que existan algunos ejemplares en libertad, que no han sido localizados.

Por suerte, dos características clave de las tortugas juegan a su favor: pueden vivir más de 100 años, y las hembras pueden poner más de 100 huevos en cada puesta.

Precisamente por eso, resulta incomprensible que no se haya llevado a cabo el esfuerzo de juntar a los machos con la hembra, desde que se examinó en 2020. Otro animal majestuoso, la tortuga Swinhoe, muy pronto podría extinguirse para siempre.