A lo largo de la vida, uno va acumulando recuerdos, experiencias y también objetos. Según cada caso concreto, estos últimos pueden ayudar a contar una historia, o también suponer una carga, según cómo se mire. 

Suele decirse que ser ordenado beneficia en muchos aspectos, pero ¿hasta qué punto es importante serlo? ¿Y renunciar al exceso de elementos materiales? 

Sobre todos estos asuntos trata el llamado método Döstädning, una curiosa propuesta que tiene su origen en Suecia y que tiene que ver con el orden, sí, pero especialmente enfocado a algo muy inusual: mantener este después de la muerte. Obviamente, claro está, pensando en aquellos que se quedan. 

¿Qué es el método Döstädning?

El término sueco Döstädning viene de la unión de dos palabras: dö, que significa muerte, y städning, que se traduce como limpieza. Es decir, que podría interpretarse como “limpieza de la muerte” o “limpieza tras la muerte”. De primeras, puede sonar a algún tipo de concepto espiritual o relacionado con el alma, pero en realidad es todo lo contrario: pura practicidad materialista.

La idea tiene un origen muy definido. Comenzó a utilizarse a raíz del trabajo llevado a cabo por la autora sueca Margareta Magnusson. En su libro de 2017 titulado The Gentle Art of Swedish Death Cleaning", la mujer trató en profundidad un tema que suele ser tabú: cómo aliviar la carga de tus seres queridos y facilitar la transición después de tu muerte.

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Suele decirse que nos educan para la vida, pero no para la muerte. En cierto sentido, esta iniciativa lo remedia. Implica revisar y eliminar objetos que ya no necesitas o que podrían resultar confusos o difíciles de manejar para tus familiares después de tu fallecimiento. Esto puede incluir ropa, documentos, fotografías, libros, etcétera. 

El objetivo es dejar solo lo que es útil o significativo, mientras se elimina el exceso de desorden. Pero, aunque tiene un fin pragmático, el método Döstädning también implica cierta transgresión profunda: entender la muerte como algo inevitable, que a todo el mundo le llegará antes o después, e intentar acomodarla lo mejor posible, de una forma natural, por así decirlo. 

Mejor prevenir

Hablando de una forma sencilla, podría decirse que no es más que dejar atadas las cosas antes de morir. En este caso, sobre todo aquello que está relacionado con el orden, pensando en quienes van a afrontar la situación después. Quizá un último gesto de generosidad, si se quiere llamar así. 

En muchos sentidos, si se aplica bien el método Döstädning, existen más posibilidades de que los familiares, herederos o quien sea que deba asumir el fallecimiento de alguien tengan menos presiones y dificultades en esos momentos tan generalmente complicados. De alguna forma, incluso es posible que se eviten disputas y enfrentamientos entre ellos. 

Dicen que los suecos son fríos, y quizá esta propuesta lo demuestre de alguna manera, pero también es indudable que el método Döstädning tiene toda la lógica del mundo en los tiempos que corren. Si ser ordenado beneficia en vida, está claro que lo hace igual o más después de la muerte.