Suele decirse que hay algunas personas más ordenadas que otras, si bien las primeras suelen estar, por lo general, mejor vistas que las segundas. Lo cual no quita que exista gente que de alguna forma encuentra un equilibrio en su caos. Para gustos, los colores, es cierto, ¿pero qué dice la ciencia al respecto? 

¿Alguna vez has sentido que ponerte a recoger la casa, limpiar el suelo o colocar el armario te hacía sentir más relajado, tranquilo y te alejaba del estrés diario? Pues al fin y al cabo este tipo de acciones tienen su sentido, e incluso se dice que ser ordenado tiene sus ventajas para la salud mental. 

La ciencia de ser ordenado

El desorden genera desorganización. Algo que, según parece, puede afectar a la capacidad de concentración. ¿Por qué? Pues básicamente porque limita la capacidad de tu cerebro para procesar información. Así pues, si tu entorno carece de orden y está lleno de desorden, concentrarse o enfocarse puede ser complicado. 

Esto no es algo que digamos nosotros, sino diversos estudios que, como el publicado en el medio Psychology Today, se han esforzado por demostrar qué tipo de impacto tiene el desorden en la mente de la gente. ¿Se trata simplemente de una preferencia estética, por así decirlo, o tienen repercusiones más profundas?

Según los expertos en la materia, las personas son menos propensas a la irritabilidad, no se distraen tanto, resultan más productivas y capaces de procesar información de manera más efectiva cuando su área de trabajo está ordenada y organizada. Es decir, que ser ordenado te permitiría, si se siguen sus conclusiones, ser más productivo y eficiente en el trabajo. 

¿Pero qué sucede con la salud mental, propiamente dicha? Pues algo similar. De hecho, mantener el orden externo, de una casa o una oficina, sin ir más lejos, tendría su reflejo psicológico. Es decir, que sería como si de alguna forma también aprovecharas para “colocar” bien tus ideas y tus pensamientos, logrando así una mayor sensación de paz interior. 

El desorden, enemigo de la salud mental

Atendiendo a lo que, efectivamente, comparten los expertos de Psychology Today, el desorden podría acarrear consecuencias negativas e incluso problemáticas a la hora de disfrutar de una cabeza sana. Estos ponen de manifiesto que hay una correlación entre la desorganización, el desorden y trastornos de salud mental, como la depresión, la ansiedad y el estrés.

Si se piensa con detenimiento, estas conclusiones a las que llegan los especialistas modernos, en realidad, tendrían mucho en común con lo que han defendido filosofías tan antiguas como el Feng Shui. Esta doctrina oriental no es otra cosa, de hecho, que una forma de buscar energía positiva por medio de la armonización del espacio. 

Así pues, solo se trataría de distintos lenguajes para expresar lo mismo: el orden genera bienestar en las personas que los disfrutan, mientras que lo contrario no beneficia a la salud mental. Por mucho que, como empezábamos diciendo al comienzo de este artículo, al final cada persona sea un mundo (ordenado o revuelto, claro).