Logo Computerhoy.com

Rompiendo con el estereotipo español: he estado una semana sin echarme la siesta y este es el resultado

Dormir siesta

Getty

Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

En un mundo donde España se ha convertido en sinónimo de una vida relajada y siestas largas, por qué no romper con ese estereotipo —que, desde luego, no lleva a cabo toda la población española —y probar los grandes beneficios de invertir ese tiempo en otras tareas.

La siesta, una costumbre arraigada en la vida de muchos, ha sido objeto de debate durante bastante tiempo. Mientras algunos la defienden como una tradición beneficiosa para el cuerpo y la mente, otros la critican como un hábito que fomenta la pereza y la pérdida de tiempo.

Por ejemplo, algunos médicos la recomiendan. Dormir una siesta diaria de entre 45 minutos y una hora explican que disminuye la presión arterial y el ritmo cardíaco. Con una hora de siesta mejoran el nivel de alerta durante 10 horas y la memoria.

Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Galway, en Irlanda, revela que las personas que duermen siestas largas, que normalmente llegan e incluso superan la hora, y frecuentes tienen un 88% más de riesgo de sufrir ictus severo que las que no lo hacen.

Siesta

Getty

Con todo esto en mente y teniendo como objetivo ganar horas en el día, el experimento se ha planteado como una oportunidad para intentar encontrar los efectos reales en mi persona de romper con la tradición

Como valiente voluntaria, que dedica casi de forma diaria una hora para dormir, con su tiempo extra previo —unos 15 minutos— para coger sueño y sus minutos posteriores para despertarse, he querido realmente comprobar cómo mi cuerpo reacciona al cambio.

Lo cierto es que la idea principal que se esconde detrás de todo esto es intentar invertir ese tiempo que "pierdo" durmiendo para realizar otras actividades, como realizar aquellas que suelo posponer para las siete u ocho de la tarde. ¿El resultado? Francamente sorprendente.

Internet salud

Una semana rompiendo con el hábito de la siesta. Este es el resultado

Todo esto, como no podría ser de otra forma, comenzó el lunes 9 de octubre y, como cada lunes, parece que no siempre es el mejor día para comenzar con los cambios. Aun así, tenía que hacer a la pereza y comenzar con el experimento. 

Como era de esperar, tanto ese día como incluso el martes, lo cierto es que fue algo complicado. Por ejemplo, no soy una persona muy cafetera, pero la costumbre de comer y descansar un rato hizo mella en mi capacidad laboral —ya que ese tiempo de la siesta quería invertirlo en adelantar tareas del trabajo— y no tuve otra elección que repetir el café de la mañana a las tres de la tarde.

Siesta

Getty

Como digo, fue complicado, pero lo cierto es que el cambio lo noté desde el primer día. No solo conseguí terminar en esa hora y media que solía descansar todas las tareas que atrasaba para más tarde, vi que eran las cinco y ya había terminado por completo todo lo que tenía que hacer. A partir de ese momento ya podía dedicarme a lo que quisiese: deporte, lectura, tomar algo con amigos…

La cantidad de tiempo libre adicional que gané fue increíble. Pude empezar a leer un libro que había estado posponiendo durante meses y también tuve tiempo para hacer ejercicio. En pocas palabras, esta semana me demostró que el tiempo es un recurso muy valioso que no debemos desperdiciar y es cierto que he notado que realmente no la necesito tanto como pensaba. Al final el cuerpo se acostumbra a todo.

Luz azul

Eso sí, también es cierto que no descanso demasiado por las noches, por lo que la idea es que si algún día me siento demasiado exhausta, no puedo negar que caeré de nuevo en una breve siesta, aunque solo sea un día. Al final, considero que todas estas novedades que incluyes en tu vida no pueden ser totalmente irrompibles —sobre todo a nivel psicológico—.

Lo cierto es que he aprendido que el riesgo en sí no es la siesta si no cuánto tiempo le dedicas a ella. En mi caso, y si veo que realmente me siento muy cansada o por fin ha llegado el viernes, como máximo una hora la dedicaré a ello, no puedo negarlo.

En última instancia, mi experiencia me ha demostrado al menos a mí que romper con la tradición de la siesta puede tener efectos muy positivos en la eficiencia y el tiempo libre, aunque el debate sobre su relevancia continuará. Como muchas personas, he descubierto que el camino menos transitado puede llevar a resultados inesperadamente positivos.

Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.

Etiquetas: España, Salud