Cuando las altas temperaturas del verano alcanzan su punto máximo, mantenerse fresco en casa se convierte en una prioridad. Pero encontrar el equilibrio entre la comodidad y la eficiencia energética puede ser un desafío.

Por fortuna, existen formas inteligentes de mantener tu hogar fresco sin hacer que tu factura de la luz se dispare. Es por esta razón que te compartimos cinco estrategias efectivas para lograr un ambiente confortable en cada una de tus habitaciones durante los días más calurosos. 

Combínalo con otros equipos de refrigeración

Si estás buscando una estrategia más completa para mantener tu hogar fresco durante los días calurosos, considera combinar el uso de ventiladores con otros equipos de refrigeración, como los climatizadores o los aires acondicionados. 

Una combinación inteligente puede ayudarte a optimizar el rendimiento de tus dispositivos, pero sobre todo mantener una temperatura agradable en tu hogar sin un consumo eléctrico excesivo. 

Si tienes un sistema de aire acondicionado en casa, por ejemplo, puedes usarlo para enfriar el aire de manera más intensa y luego utilizar el ventilador para distribuir el aire frío por todo el espacio de la habitación. 

Al combinar diferentes equipos de refrigeración, es importante considerar la ubicación y la disposición de los dispositivos. Es fundamental que experimentes con diferentes configuraciones para encontrar la mejor forma de distribuir el aire fresco de manera uniforme en toda tu casa. 

Aplica el truco del embudo

Este método es muy efectivo y económico, ya que se basa en el principio de cambio de presión del aire al pasar por un cuello de botella, que es creado por la configuración de varias botellas de plástico que se colocan frente a las aspas del ventilador.

El aire expulsado se ve obligado a pasar por los cuellos de botella, lo que provoca un cambio en la presión y, en consecuencia, un descenso en la temperatura de aire. Al final, da como resultado una brisa más fresca y agradable que puede ayudar a mantener tu espacio confortable durante el verano. 

Cabe señalar que diferentes tamaños de embudos formados por las botellas de plástico podrían producir variaciones en la cantidad de enfriamiento que se logra. Este método podría ser una opción barata para sobrevivir a la insoportable ola de calor. 

Colócalo en zonas estratégicas 

La ubicación de tu ventilador puede marcar una gran diferencia en su efectividad para mantener tu hogar fresco. En este sentido, colocarlo estratégicamente en el lugar adecuado puede maximizar el flujo de aire y mejorar la sensación térmica. 

Un punto importante a mencionar es que por nada del mundo coloques el dispositivo en una zona donde haya obstáculos como muebles, cortinas o puertas, ya que podría bloquear el flujo de aire y reducir significativamente su eficiencia. 

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En lugar de eso, busca un sitio donde al aire pueda circular libremente por toda la habitación, se recomienda cerca de una ventana abierta, puesto que de este modo se podrá crear una corriente que ayudará a expulsar el aire caliente acumulado en el interior del hogar. 

Al aprovechar la ubicación, así como la circulación natural del aire, podrás lograr un ambiente más fresco, pero sobre todo agradable en tu hogar durante los días más calurosos. 

Aplica el truco de los cubitos de hielo

Este es otro método creativo que implica colocar cubitos de hielo en la parte trasera del ventilador con ayuda de un recipiente, donde el equipo toma el aire caliente del ambiente. 

De esta manera, el ventilador absorberá el aire frío generado por los hielos y lo expulsará, ofreciendo una brisa más fresca en la habitación.

Si bien este truco puede proporcionar un alivio temporal y agradable en los días con mucho calor, su efecto suele ser limitado, ya que el hielo se derretirá en cuestión de minutos, lo que significa que el aire fresco disminuirá gradualmente. 

Límpialo antes de usarlo

Un paso fundamental para asegurarte de que tu ventilador funcione de manera óptima durante el verano y los días con temperaturas extremas es limpiarlo a fondo antes de encenderlo. 

Es probable que al estar guardados o cuando no están en funcionamiento podrían acumular suciedad que a la larga afectarán su eficiencia. Las partículas de polvo se suelen quedar en las aspas, así como en las rejillas, y puede obstaculizar el flujo de aire, lo que significa que el dispositivo tendrá que trabajar más de lo debido. 

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Además, un ventilador sucio puede ser un criadero de ácaros y otras bacterias, lo que puede afectar la calidad de aire que se respira en la habitación. 

Para limpiarlos se recomienda utilizar un paño húmedo con agua y jabón para dejar impecable las aspas, mientras que debes aplicar el mismo método en el cuerpo detrás del motor y en las rejillas protectoras. Es crucial que antes de llevar a cabo el proceso de limpieza desenchufes el ventilador de la corriente para evitar daños y accidentes.