Ahora que vivimos envueltos en otra ola de calor con días totalmente sofocantes en ciertos puntos de la Península Ibérica, ya tenemos confirmación oficial de que el pasado mes de julio fue el mes con las temperaturas medias globales más altas jamás antes registradas, y agosto va por el mismo camino.

Según expertos del programa del cambio climático Copernicus de la Unión Europea, el pasado julio se rompió el récord de calor establecido hace cuatro años.

La temperatura promedio global del mes de julio fue de 16,95 °C, la más alta registrada desde comenzaron los registros en 1940 y por encima del récord anterior establecido en 16,63 °C de julio de 2019. En concreto es un 0,72 °C más cálido que el promedio mundial de julio que va de 1991 a 2020, y los causantes de este aumento de la temperatura son las emisiones de gases de efecto invernadero, recalcan.

Este registro de temperaturas del servicio de la Unión Europea se basa en distintas plataformas e instrumentos, que van desde estaciones meteorológicas, pasando por globos meteorológicos y satélites.

"Acabamos de presenciar que las temperaturas globales del aire y las temperaturas globales de la superficie del océano establecieron nuevos récords históricos en julio", dijo Samantha Burgess, subdirectora del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).

"Estos registros tienen consecuencias nefastas tanto para las personas como para el planeta expuesto a eventos extremos cada vez más frecuentes e intensos", añade.

Comenta que las causas del aumento de la temperatura media global se debe a las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el ser humano, y que atrapan el calor de la atmósfera terrestre.

"Las temperaturas récord son parte de la tendencia de aumentos drásticos en las temperaturas globales", dijo Carlo Buontempo, director del servicio de cambio climático Copernicus.

El día más caluroso de julio fue el día 6 donde la temperatura global promedio fue de 17,08 °C.

Lo preocupante, es que no es un día puntual, dado que durante la primera y la tercera semana de julio, las temperaturas superaron el umbral de 1,5 °C por encima del nivel preindustrial, es decir, el límite establecido por el acuerdo de París, que no se está cumpliendo.

El aumento de la temperatura del aire es preocupante, dado que puede acabar derritiendo los glaciares, provocando el aumento del nivel del mar, dando como resultado inundaciones letales, pudiendo afectar a cientos de millones de personas en todo el mundo, además de empeorar los incendios forestales y alterar todo tipo de ecosistemas globales.

También aumenta la temperatura en el océano

Pero los datos de Copernicus no solo hablan de este aumento de la temperatura global del aire, sino también de la temperatura media global de los océanos.

Y es que la temperatura media global de los océanos alcanzó los 20,96 °C superado el récord anterior de 20,95 °C de marzo de 2016.

Y si los océanos son más calientes, se hacen menos eficientes a la hora de absorber el CO2, conduciendo hacia una mayor cantidad de gas en la atmósfera.