Tu coche es una inversión valiosa que merece ser cuidado adecuadamente. Sin embargo, sin darte cuenta, podrías estar cometiendo errores que podrían dañar tu vehículo a largo plazo. 

Si bien nadie tiene la intención de dañar su coche a propósito, el daño no intencional es bastante común y puede provenir de una serie de factores, como la falta de mantenimiento, malos hábitos al volante, falta de conocimiento sobre la tecnología de la automoción, entre otros. 

Formas en las que estás estropeando tu coche involuntariamente 

Es de vital importancia adquirir conocimientos fundamentales para asegurarte de que puedes evitar causar daños involuntarios a tu vehículo. Entender los conceptos básicos del mantenimiento y el cuidado adecuado te permitirá mantener tu coche en óptimas condiciones, prolongando su vida útil. 

A continuación, te compartimos información sobre 10 maneras en las que estás dañando tu vehículo sin querer, si cambias estas prácticas evitarás reparaciones costosas y averías inesperadas:

• Evitar el mantenimiento regular: No pospongas el mantenimiento regular de tu coche. Los cambios de aceite, las rotaciones de neumáticos y los controles diferenciales en vehículos de tracción trasera son servicios básicos que son de bajo coste, no toman mucho tiempo y tienen un gran impacto en la vida útil del vehículo. 
• No comprobar la presión de los neumáticos: La presión adecuada de los neumáticos afecta las capacidades para conducir, la economía de combustible y su durabilidad. Utiliza un manómetro preciso, revisa los neumáticos cuando estén fríos y añade aire si es necesario. Esto debe hacerse al menos una vez al mes.
• Ignorar el testigo de avería: No ignores la luz de testigo de avería del motor. Si la luz se enciende, hay una razón para ello. Aunque tu coche pueda parecer que funciona normalmente, podría haber un problema subyacente que debe ser verificado y resuelto. Aborda la situación de inmediato para evitar problemas mayores.
• Acudir con un mecánico no calificado: Asegúrate de llevar tu coche a un mecánico calificado y con certificación ASE. Un mecánico no calificado puede no tener las herramientas adecuadas ni el conocimiento específico de tu vehículo. Esto garantiza el mejor resultado para tu coche y tu bolsillo.
• Comprar piezas genéricas o de dudosa procedencia: Aunque puedan ser más baratas y más fácilmente disponibles, no suelen tener la misma vida útil, ajuste exacto y durabilidad que las piezas originales. Utiliza piezas de buena calidad para garantizar un rendimiento óptimo. Evita los repuestos genéricos. 

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• Conducir con el depósito de combustible vacío: Aunque los coches modernos tienen sistemas de advertencia de bajo consumo de combustible, es importante evitar conducir con el tanque de gasolina casi vacío. El nivel bajo de combustible puede afectar negativamente la bomba de combustible, causando daños y fallas en el motor. 
• No cambiar el aceite: El aceite es vital para el funcionamiento adecuado del motor, ya que lubrica y protege las partes móviles. Con el tiempo, el aceite se degrada y acumula suciedad, lo que puede causar daños internos al motor. Sigue las pautas del fabricante y cambia el aceite regularmente.
• Conducir con un filtro de aire sucio: No es recomendable conducir con un filtro de aire sucio en tu automóvil. El filtro de aire desempeña un papel crucial en el sistema de admisión de tu vehículo al filtrar el polvo, la suciedad y otras partículas del aire antes de que ingresen al motor. 
• Hacer mantenimiento por cuenta propia: Los automóviles modernos son una combinación de tecnología informática y máquinas. Esta fusión presenta una serie de desafíos. Incluso si tienes experiencia como mecánico, optar por realizar ciertas reparaciones por tu cuenta puede ser una decisión arriesgada.
• Conducir mientras el motor se está sobrecalentando: Si la temperatura del motor se eleva demasiado, detente de inmediato y deja que se enfríe antes de continuar conduciendo. Un motor sobrecalentado puede sufrir daños graves, como la fusión de los componentes internos y la deformación de las piezas.

Recuerda que prestar atención al mantenimiento regular, adoptar buenos hábitos de conducción y ser consciente de los posibles problemas de tu vehículo te ayudarán a evitar dañarlo involuntariamente. 

Siempre es recomendable consultar el manual del propietario y seguir las pautas proporcionadas por el fabricante para garantizar un cuidado adecuado de tu coche.