En un escenario donde el cambio hacia una movilidad más sostenible no deja de avanzar, una compañía ha decidido dar un paso adelante. El hidrógeno, ese elemento primordial que muchos recordamos por ser el primero de la tabla periódica, va ganando protagonismo.

El gas hidrógeno no es popular tan solo por su ligereza, siendo hasta 12 veces más liviano que el aire, sino también por su potencial como combustible del futuro. 

Según Autobild, AVL, firma en la industria, ha desarrollado un innovador motor que no requiere ni gasolina ni diésel para operar. En lugar de eso, usa hidrógeno, pero no de la forma en que podríamos imaginar.

En este modelo, el hidrógeno renovable no se utiliza en una pila para producir electricidad, sino que se quema directamente y, por tanto, no se basa en combustiones irregulares. Y ahí radica el gran avance. El reto de estos motores tradicionalmente se han basado en una mezcla de combustión pobre con batería y un rendimiento no muy alto en combustibles neutros.  

Ventajas del nuevo motor de hidrógeno de AVL

Hasta ahora, BMW y Toyota llevaban la delantera en este tipo de motores, pero este nuevo motor desafía viejos problemas. ¿Cómo? Mediante un sistema que inyecta agua en la toma de admisión de aire, evitando el indeseado encendido prematuro y logrando una combustión completa del hidrógeno.

El resultado es un motor que genera nada menos que 410 CV a 3.000 rpm. Por si fuera poco, alcanza dos 500 Nm a 4.000 vueltas. Y aún hay más ventajas: el hidrógeno limpio puede clasificarse en distintos colores según su obtención— entre ellos gris de alto impacto, azul de menos emisiones o verde totalmente renovable—, este avance acerca a un futuro donde el hidrógeno verde predomine.

El hidrógeno enfrenta una dura carrera contra el coche eléctrico

Sin embargo, a pesar de las promesas de estos nuevos motores, el camino aún tiene obstáculos. A día de hoy en España, la infraestructura para vehículos de hidrógeno es escasa, con apenas cinco estaciones de recarga en todo el país. 

Aunque modelos como el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo ya ruedan por nuestras carreteras, su precio, alrededor de los 70.000 euros, aun los hace inalcanzables para muchos. Sin duda, el coche eléctrico lleva la delantera en la carrera en nuevos sistemas para la movilidad más sostenible y la reducción de emisiones contaminantes, incluso en vuelos u otros medios de transporte.

Sus avances en términos de batería, coches, las ayudas y subvenciones y la velocidad de creación de infraestructura de recarga lo avalan. Bien es cierto que recientemente se ha encontrado el yacimiento natural de hidrógeno más grande el mundo en Francia, y quién sabe si podría repetirse este hallazgo en nuevos puntos de nuestro país. 

El primer motor español en medio siglo es una obra de ingeniería revolucionaria sin precedentes

Sin embargo, el almacenamiento y transporte de hidrógeno es un desafío costoso. La baja densidad energética y la necesidad de almacenarlo bajo alta presión o a temperaturas extremadamente bajas, lo cual complica de nuevo su extracción, su compra, el establecimiento de estaciones de recarga o la venta de nuevas flotas sostenibles.

Innovaciones para los coches como esta suponen nuevos argumentos en favor del coche de hidrógeno y los combustibles sintéticos, y en la competencia siempre se mejora. Puede que mañana motores eléctricos, de hidrógeno o mixtos convivan, o puede que alguno de ellos se imponga, mientras tanto, toda tecnología es bienvenida.