Los smartphones son uno de los dispositivos tecnológicos de consumo masivo más avanzados de la actualidad. Estos mini ordenadores con pantalla cada vez más grande que llevamos a todas partes permiten hacer prácticamente de todo.

Se han vuelto tan importantes en nuestro día a día que mucha gente renunciaría casi a cualquier cosa antes que a su teléfono móvil, pero el consumidor de a pie no sabe demasiado sobre el complejo proceso de elaboración de uno de estos dispositivos.

La compañía vasca SPC, la última marca de móviles española que ha sobrevivido hasta la actualidad y que hoy se enfoca en los móviles y smartphones para personas mayores, ha detallado a Computer Hoy cómo es el proceso de creación de un smartphone.

Aunque depende mucho de la marca y del producto concretos (y esto puede cambiar durante el desarrollo), desde el momento en que se idea un móvil hasta que se pone a la venta pasan hasta 9 meses, aunque el proceso puede ser más rápido, como explica su CEO, Teresa Acha-Orbea.

De la misma forma que sucede en la mayoría de las compañías actuales de móviles, la marca que aparece en tu smartphone es la que lo diseña, pero no es la única que participa. El proceso implica a empresas de todo el mundo, desde los proveedores de los componentes y el software que usa hasta las grandes ensambladoras, en su mayoría chinas o asiáticas, que los fabrican.

La creación de un smartphone pasa por varias partes: análisis de mercado, diseño, pruebas, producción y envío.

Parte 1: análisis de mercado

Antes de decidir que quiere diseñar un nuevo modelo de smartphone, un fabricante de tecnología que se precie lleva a cabo un análisis de mercado, desde qué es lo que están haciendo el resto de marcas hasta una estimación de cuáles serán las ventas de un nuevo producto. Aunque no se haya creado todavía.

"Una parte muy importante es la de conocimiento del mercado. Analizamos muy bien lo que está haciendo la competencia. También hablamos con los fabricantes de chipsets, de baterías, de pantallas... Y nos van diciendo también cuáles son las tendencias, las limitaciones de producción, dónde va a haber más volumen, subidas de costes..." , explica Teresa Acha-Orbea, de SPC.

"Con esa información es como nosotros definimos el producto que se va a vender bien en los países en los que trabajamos. Tenemos en cuenta a España, Francia y Portugal [los mercados donde vende SPC]. Sabemos lo que está pasando en China. Ahí es cuando decidimos cuál es el producto".

"Hay otra cosa que estamos teniendo muy en cuenta en estos últimos dos años: el proyecto Economía Circular, que es la facilidad en la reparación y la larga vida. Estamos trabajando en una estructura que es muy estable, sobre la que vamos cambiando componentes". 

Parte 2: diseño del hardware del móvil

Una vez definido el estudio de mercado, las marcas pasan a diseñar cómo quieren que sea el hardware de su producto, algo para lo que tienen que tener un amplio conocimiento de la cadena de suministro, sobre todo de los componentes y de los fabricantes para terceros. Además, también tiene una parte conceptual.

"En China trabajamos con grandes ingenierías en la familia de smartphones que están fabricando también para Xiaomi, para Motorola, para HMD [fabricante de los móviles Nokia]. Estamos con los mejores", asegura la CEO de SPC.

"Con la información que también contrastamos con los fabricantes sobre el fabricante del chipset, de la pantalla y demás componentes, hacemos una composición. Nos sentamos con ellos y nos dan su opinión". 

"Y empezamos a trabajar el CMF, se llama, que es la estética, los colores, acabados. Y todo el hardware". 

Parte 3: pruebas, pruebas y más pruebas

Antes de comenzar a producir de masa un nuevo modelo de smartphone, las marcas que diseñan el terminal quieren que todo esté perfecto y piden a las manufactureras varias muestras para que puedan ir probando y refinando el producto. En esta fase es en la que se desarrolla también el firmware y se certifica el móvil.

"Cuando nos mandan las primeras muestras, tenemos en Vitoria un especialista en hardware que abre, va haciendo pruebas, va mirando cada componente y ahí es nuestro primer feedback y decir: bueno, queremos cambiar este componente, queremos que la batería sea de este y de este proveedor..." , detalla Acha-Orbea.

"Entonces ya nos mandan otra muestra y así sucesivamente". 

"Cuando ya es la definitiva y el hardware está acabado se empieza a trabajar sobre el firmware. A continuación, se pasan las certificaciones, tanto de la Comunidad Europea (CE) como de Google". 

Parte 4: producción (y más pruebas)

La fase más avanzada y aparentemente compleja, es decir, la de ensamblar el producto, se lleva a cabo en la mayor parte de casos en China, como sucede con SPC, pero la marca controla hasta el último detalle en el proceso del que saldrá el dispositivo final.

"Cuando se hace la producción, tenemos un inspector allí [en las fábricas de China], que revisa que todo ha ido bien. Se da el OK a la primera inspección en China. Después, se fabrica", según la directora general de SPC.

 Parte 5: envío y últimas pruebas

Con el smartphone ya fabricado en China, la cadena de suministro global sigue funcionando y tiene que garantizar que los productos se envíen a la sede de la marca, ya sea por barco o por avión. Con el producto ya en almacén, la marca vuelve a revisar que todo está bien. Solo entonces se pone a la venta un producto y entra en marcha el equipo comercial.

"Viene la mercancía (normalmente viene por avión) a Vitoria. Es entonces cuando se vuelve a pasar otro control de calidad y, finalmente, se pone a la venta". 

"El proceso en el smartphones del desarrollo de proyectos es bastante corto comparado con otras categorías. En tres meses podemos tener un dispositivo en la producción".

"Hay dispositivos en los que tardamos nueve meses. En el Polaris, en el proyecto SPC Care, por ejemplo... son muchos meses porque es empezar de cero. Todo el molde, todas las placas...", apostilla Teresa Acha-Orbea.