No te sientas culpable. La memoria no es el componente más cool que se puede encontrar en un smartphone, es como el primo informático, que nadie se acuerda de él hasta que le falla la impresora.

Es habitual dejarse encandilar por los encantos del diseño y que los megapíxeles de las cámaras te hagan ojitos como el gato de Shrek, dejando en el olvido a quien se encarga de almacenar todos los datos que guardas en tu smartphone. No es una tarea menor y, de hecho, a menudo es la responsable de que el móvil no funcione tan fluido como debiera.

Tal vez no seas consciente de la importancia de este componente, pero créeme cuando te digo que los fabricantes sí lo son y lo utilizan con audacia a la hora de crear sus estrategias de venta, posicionando cada producto con la capacidad, tecnología y memoria y precio exacto para canalizar el volumen de ventas hacia un determinado modelo u otro.

De este componente también depende en gran medida el precio final del dispositivo, no solo por la razón evidente de que aquellos que más memoria monten son más caros, algo evidente, sino porque el precio del componente en sí es uno de los más márgenes permiten en el contexto económico y de producción actual.

¿Para qué necesito tanta memoria?

Uno de los razonamientos más habituales al elegir un nuevo smartphone es ¿y para qué necesito yo tanta memoria?, si con el más básico me ahorro 100 euros.

Esa es una trampa habitual, sobre todo si vienes de un móvil con 5 años o más. Sí, es más que probable que con tu anterior móvil tuvieras más que suficiente con una capacidad de 64 GB, pero no estás teniendo en cuenta las cámaras.

Cualquier móvil actual de gama media, ya monta cámaras de 48, 50 e incluso 100 Mpx y permite grabar vídeos en 4K. Todo eso hace que las fotos o vídeos dupliquen, en el mejor de los casos, el espacio que ocupa cada archivo en la memoria de tu smartphone.

¿Quieres que tu móvil vaya rápido? La memoria importa y mucho

Además de la capacidad, la velocidad de la memoria también importa y mucho. Es probable que, cuando hayas leído la review de alguno de los últimos móviles que se han presentado aparezca la referencia de que tal o cual móvil monta una memoria UFS. Esa es la clave.

UFS (Universal Flash Storage) es un estándar de memorias de tipo NAND, más rápidas y eficientes, que viene a sustituir al vetusto eMMC (Embedded Multimedia Media Card) pensado para cubrir las necesidades del almacenamiento en tarjetas de memoria externas, cada vez más en desuso. Ya estamos los techies abusando de siglas indescifrables.

Este estándar ha permitido dar un salto en velocidades de lectura y escritura de la memoria, al tiempo que se conseguía un uso mucho más eficiente de la batería.

El estándar UFS ha ido evolucionando e incorporando nuevas mejoras para duplicar su rendimiento, su eficiencia energética o su seguridad. En la actualidad, la mayoría de móviles de gama media ya monta UFS 3.1 lo cual está muy bien, pero la diferencia la marca la gama alta en la que ya predominan los móviles con UFS 4.0.

La última versión de esta tecnología es UFS 4.0, que duplica la velocidad de lectura y escritura con respecto a UFS 3.1. Este cambio, que parece menor, impacta de forma directa en el rendimiento general del smartphone ya que el sistema operativo está constantemente leyendo y escribiendo datos en esa memoria. Cuanto más rápida sea, menos tiempo tarda en recibir respuesta y todo funciona mucho más fluido.

Este cambio es incluso más importante que contar con un procesador potente o mucha memoria RAM ya que si la memoria de almacenamiento no está a la altura, se creará un cuello de botella haciendo que la potencia del resto de dispositivos resulte inútil.

Capacidades y velocidad: la memoria como elemento estratégico de ventas

Ya que hemos hablado de la importancia de elegir un smartphone con la suficiente capacidad y velocidad en la memoria de almacenamiento, llega el momento de hablar de cómo las marcas aprovechan esa importancia para condicionar las ventas de un determinado modelo.

Una de las estrategias más habituales es utilizar la técnica comparativa de efecto de dominio asimétrico o estrategia de las palomitas, que recibe ese nombre por ser la que predomina en la oferta de palomitas en los cines: tres tamaños de palomitas en el que, por comparativa, el más caro siempre resulta proporcionalmente el más interesante.

Esto, a la hora de elegir un smartphone, pone a la memoria en el foco de la decisión ya que el mismo modelo se ofrece en dos o tres opciones de almacenamiento o memoria RAM, y la marca le pone la puntilla añadiendo memorias de distinto tipo para condicionar un poco más la decisión.

En los últimos meses me he encontrado muchos ejemplos. El último que me he encontrado ha sido en los Xiaomi Series 13, donde los modelos 128 GB montaban memorias UFS 3.1, mientras que los de 256 GB llegan con memorias UFS 4.0.

El doble de velocidad y el doble de capacidad de almacenamiento por 100 euros más ¿tú qué elegirías? Spoiler: si el precio te parece razonable, más capacidad y velocidad es la elección correcta para mantener un buen rendimiento durante toda la vida útil del smartphone.