Lo que está pasando con Pixar es una tragedia de proporciones bíblicas. Disney nos ha quitado uno de los placeres de la vida: disfrutar de una película de Pixar en cines.

Ya ocurrió con Soul, con Luca, y ahora es el turno de Red, que tampoco se podrá disfrutar en pantalla grande.

Red llega justo a tiempo para justificar (mínimamente) la subida de tarifas de Disney+. Con estrenos exclusivos como la última de Pixar o la recién anunciada Obi Wan, Disney fuerza a suscribirse a su plataforma, a costa de convertir enseñas míticas como Pixar o Star Wars en productos televisivos de consumo masivo. De la cocina gourmet a la comida rápida.

Red es una película atípica de Pixar, como todas las últimas. Una historia de transición de niña a adolescente, reflejada en una metáfora: las emociones adolescentes transforman a la niña Mei Lee en un panda rojo gigante.

Mei Lee es una niña china-canadiense de 13 años cuyas hormonas revolucionadas que ansían acudir a un concierto de una boy-band, chocan contra su conciencia y su cerebro, que le piden ser una niña buena y tranquila que obedece a sus padres, de constumbres tradicionales.

Toda esa frustración y cambios en su cuerpo se reflejan en una metáfora: Mei se transforma en un enorme panda rojo cuando siente alguna emoción, ocasionándola todo tipo de problemas.

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La película tiene algo de autobiográfica, porque ha sido dirigida por Domee Shi, una cineasta que también es china-canadiense. Intuimos que también sufrió dilemas similares (menos lo del asunto del panda...). Domee Shi ganó el Óscar por el corto de animación Bao.

Aunque tiene el inconfundible toque de Pixar, Red es una película con un tono diferente, que se refleja en los múltiples guiños al anime japonés (su directora es fan), y a la cultura asiática.

Si quieres saber más, lee el análisis de Red en Hobbyconsolas.com.

Red se ha estrenado hoy, en exclusiva en Disney+. Sí, lo que pone al final del tráiler, "Solo en cines", no cuenta...