El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, quiere poner patas arriba toda la empresa de medios sociales y pretende informar a los empleados afectados este viernes de que ya no formarán parte de Twitter, dijeron algunas personas de la plantilla.

Esto es algo que veíamos venir y al parecer muchos estaban ya preparados para recibir el finiquito. Y es que, desde que Musk adquirió finalmente la red social, detalles sobre que habría una limpieza general en las oficinas empezaron a rondar el espacio.

Según Forbes, el plan es que los empleados sean informados de los despidos el viernes, y los trabajadores afectados podrían recibir 60 días de indemnización. Por otro lado, Musk también tiene la intención de revertir la actual política de trabajo, pidiendo a los empleados que queden, si es que sobrevive alguno, se presenten en las oficinas (aunque se podrían hacer algunas excepciones).

Parece que Musk se encuentra bajo presión para encontrar formas de reducir los costes de un negocio por el que dice haber pagado en exceso.

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Las preocupaciones sobre los fuertes recortes de personal comenzaron a arremolinarse en el período previo a la compra de Musk, cuando se dijo a los posibles inversores que eliminaría el 75 % de la plantilla, que era de unos 7.500 trabajadores a finales de 2021. Musk negó posteriormente que los recortes fueran tan profundos, aunque cerca se ha quedado (50 %).

Según informa The Verge, las listas de despidos se ha elaborado en función de las contribuciones de los trabajadores a la red social durante su tiempo en la empresa. La evaluación final ha sido realizada tanto por el personal de Tesla como por los directivos de Twitter, pero desconocemos los puntos que han tenido en cuenta (¿tanta gente sobra?).

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Tan solo recordemos como, tras entrar, destituyó de inmediato a gran parte del equipo ejecutivo, incluidos el director general Parag Agrawal, el jefe de finanzas Ned Segal y los altos cargos del departamento jurídico Vijaya Gadde y Sean Edgett. 

En los días siguientes, se produjeron otras salidas, como la de la directora de marketing Leslie Berland, la directora de clientes Sarah Personette y la de Jean-Philippe Maheu, que era vicepresidente de soluciones globales para clientes. También disolvió el consejo de administración de la empresa y se convirtió en su director único, afirmando más tarde que es "sólo temporal".

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Estos cambios son sólo algunos de los que se están preparando desde que la red social se convirtió en una empresa del también dueño de Tesla la semana pasada: Twitter Blue tendrá un nuevo precio de 8 dólares y acceso a la verificación, mientras que la función de edición se abrirá a todo el mundo esta misma semana. Musk también pondrá en marcha un "consejo de moderación de contenidos".

Musk, que se autodefine como un "absolutista de la libertad de expresión", también ha expresado su deseo de que Twitter deje de depender de los anuncios, que suponen el 90 % de sus ingresos totales. A pesar de ello, este solo, y por le momento, solo ha soltado ideas y posibles cambios, aunque de momento no hemos visto nada (pero será cuestión de días al parecer).