La ciudad de Londres tiene un objetivo muy claro: la descarbonización neta para 2030. Y en su afán por conseguirlo, ha introducido una nueva tecnología de carga rápida de origen español que debería ayudar a acelerar las cosas, ya que los 800 que actualmente circulan por sus calles necesitan pasar la noche entera en la cochera para cargarse (10 % de la flota total).

"Tenemos una crisis enorme: crisis climática, crisis de la calidad del aire, crisis de la salud pública", afirma Seb Dance, teniente de alcalde de Londres. "Este es un paso enorme en la lucha contra esas crisis".

Esta semana, Transport for London (TfL) ha revelado sus planes para el futuro del transporte público al detallar 20 autobuses-tranvía eléctricos totalmente nuevos que pueden recargarse gracias a la combinación de la nueva tecnología con la antigua electrificación de trenes y tranvías, que permite que estos autobuses funcionen casi sin parar.

En cuanto a esta novedad de carga, permite suministrar cargas rápidas para mantenerlos en funcionamiento durante todo el día. Hablamos de una recarga de 10 minutos, suministrada por un dispositivo metálico en forma de brazo, llamado "pantógrafo", que desciende para conectarse con un receptor de energía en el techo del autobús, suministrando corrientes de alta potencia de hasta 600 kW.

Una nueva tecnología verde para el transporte londinense de origen español

El punto por el que enorgullecerse es que esta tecnología de carga es española. Irizar, la empresa al mando de su desarrollo también venderá esta flota de 20 autobuses. Estos vehículos de 12 metros de largo se fabricarán con volante a la derecha para las carreteras del Reino Unido.

Pese a que hablamos de autobuses-tranvía, no se verán cables eléctricos a lo largo del recorrido del autobús. En su lugar estarán las estaciones de carga en cada extremo de la ruta. Cuando uno de estos autobuses eléctricos se detiene, baja un brazo por WiFi e inicia la carga rápida. Os dejamos un tuit ilustrativo en el que puedes ver cómo funciona este sistema y autobús español.

Los autobuses cuestan entre 400.000 y 450.000 libras cada uno (casi 460.000 euros), un 40 % más que un autobús de dos pisos convencional o híbrido, pero afirman que el menor coste de la electricidad significa que los costes de funcionamiento serán menores a largo plazo.

Irizar explica el sistema diciendo que "combina la facilidad de acceso y la configuración interna de un tranvía con la flexibilidad de un autobús urbano".

"La transformación de la flota de autobuses de Londres es una parte importante del objetivo del alcalde de conseguir que Londres llegue a un nivel neto cero en 2030, y de su objetivo de construir un Londres mejor: una ciudad más justa, más verde y más próspera para todos", explica Seb Dance. Destacar que esta novedad es algo que ya existe desde hace unos años en Noruega.

Está previsto que el año que viene se ponga en marcha en el autobús 358, cuando se instalen pantógrafos (dos cargadores de 450 kW) en ambos extremos de la ruta de 24 kilómetros que une Crystal Palace y Orpington, una de las más largas de la capital, cargando los nuevos autobuses durante todo el día.