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Esta nariz gigante con Raspberry Pi y GPT-4 huele objetos e imprime por sus fosas nasales un informe de lo que ha olido

Esta nariz gigante con Raspberry Pi y GPT-4 huele objetos e imprime por sus fosas nasales un informe de lo que ha olido

¿A qué huele una bolsa de aperitivos, o una piedra? Deja que esta nariz gigante te lo diga.

Hemos visto muchos productos curiosos creados con una Raspberry Pi, pero este rompe moldes. Una nariz gigante que usa GPT-4 para oler objetos e imprimir un informe por sus fosas nasales, explicando de forma profesional a qué huele.

La divertida idea de una una nariz gigante con inteligencia artificial GPT-4 es de Adnan Aga, un desarrollador que también en artista. Y se nota en el resultado.

Lo más curioso de todo es que se trata de un proyecto muy sencillo de llevar a cabo. Solo necesitas modelar una nariz gigante y meter dentro una Raspberry Pi 4, una cámara Raspbery Pi, un sensor de distancias, un altavoz, y una impresora termal.

Así funciona la nariz gigante con Raspberry Pi y GPT-4

Según explica la Fundación Raspberry Pi, el software necesario para que todo funcione se ha programado con Python, que es lenguaje más usado en la inteligencia artificial.

En este vídeo puedes ver a la nariz gigante en funcionamiento:

La cámara tiene reconocimiento de imágenes, asi que detecta cuando alguien coloca un objeto en el agujero nasal izquierdo. El detector de distancia pide que se sitúe más lejos, si la cámara no lo capta bien.

En realidad, esta nariz gigante no huele el objeto de verdad. La cámara detecta el objeto, y se genera una descripción que se introduce en la inteligencia artificial generativa GPT-4. La IA busca la composición del objeto, y genera una descripción sobre a qué huelen esas componentes.

Raspberry Pi 5

Además de imprimir el informe por la fosa nasal derecha, con la impresora termal, también lo lee a través del altavoz, mediante un software texto-a-voz.

Ya conocíamos las virtudes de Raspberry Pi a la hora de generar todo tipo de proyectos extravagantes, pero ahora estamos descubriendo cómo la IA generativa no sirve solo para charlar, o para generar fotos y dibujos. También puede ser una especialista en olores.

Esta nariz gigante que crea una informe de lo que huele, con GPT-4, se puede ver y probar en el museo Olfactory Art Keller. Quizá no tenga mucha utilidad, pero como obra de arte y experimento, es realmente curiosa. 

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