La Raspberry Pi es, sin lugar a dudas, una de las mejores placas de desarrollo del mercado. Su combinación de potencia, versatilidad y precio asequible la ha convertido en la favorita de aficionados a la informática, estudiantes, desarrolladores y profesionales de diversos sectores. 

Desde el lanzamiento de la primera versión en 2012, este microordenador ha experimentado mejoras en cada iteración, superando constantemente a su predecesor en términos de rendimiento y funcionalidad.

La Raspberry Pi 5, por ejemplo, supuso un salto importante en comparación con las versiones de tercera y cuarta generación, incorporando un procesador más potente, mayor memoria RAM y conectividad PCI Express que permite conectar un SSD M.2 para una transferencia de datos rápida y un arranque superrápido.

Cabe señalar que la Fundación Raspberry Pi, responsable de esta monoplaca, suele seguir un ciclo de lanzamiento de nuevos modelos cada 3 o 4 años. Esto significa que todavía falta un tiempo para ver en el mercado a la hipotética Pi 6.

Sin embargo, si nos basamos en las características y mejoras que se han ido incorporando en las versiones anteriores, podemos anticipar algunas de las características clave que podrían hacer que la Raspberry Pi 6 sea un dispositivo aún más impresionante y versátil que sus predecesores.

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6 características que podrían convertir a la Raspberry Pi 6 en el mejor microordenador 

Más opciones de RAM: Las opciones de memoria actuales para la Raspberry Pi son 4 GB y 8 GB. Para proyectos más exigentes, como máquinas virtuales o aprendizaje automático, se necesitaría más RAM. La Raspberry Pi 6 sería perfecta si pudiera ofrecer opciones de 16 GB o incluso 32 GB de RAM para satisfacer estas necesidades.

Ethernet 2.5G: Una característica deseada para la placa de sexta generación sería la inclusión de un puerto Ethernet 2.5G. Esto permitiría una conexión más rápida y estable para proyectos que requieren altas velocidades de transferencia de datos, como servidores NAS y centros multimedia.

Mejor compatibilidad con Windows: Si bien la Raspberry Pi se ha asociado tradicionalmente con Linux, la creciente popularidad de Windows on Arm (WoR) abre nuevas posibilidades. La Pi 5 ya puede ejecutar Windows 11 con algunas limitaciones, pero la Raspberry Pi 6 podría ofrecer una experiencia mucho más fluida y compatible.

Codificación de hardware: La Raspberry Pi 5 es capaz de reproducir vídeo 4K sin problemas, pero la codificación de vídeo aún es un proceso lento en software. La nueva placa debería incluir soporte para codificación de hardware VP9 y H.264, lo que la haría ideal para streaming y otras tareas multimedia.

Puertos USB-C: La inclusión de más puertos USB-C sería una adición bienvenida a la Raspberry Pi 6. Esto permitiría una mayor versatilidad y compatibilidad con dispositivos periféricos de alta velocidad, como SSD portátiles, entre otros.

Puerto M.2 directamente en la placa: La incorporación de un puerto M.2 sería una mejora significativa para la Pi 6. Esto permitiría a los usuarios conectar directamente discos NVMe sin la necesidad de adaptadores adicionales, mejorando el rendimiento y la versatilidad del dispositivo.

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Además de las características mencionadas anteriormente, que son meras especulaciones, hay otros aspectos que podrían mejorar en la Raspberry Pi 6, como sería un precio competitivo, una mayor disponibilidad y un mejor soporte técnico, son algunos de ellos.

Sin duda, la próxima placa tendría el potencial de ser un microordenador excepcional. Con las mejoras y características antes mencionadas, podría convertirse en la herramienta ideal para una gran variedad de proyectos, desde la domótica hasta el desarrollo de software.