Las mentes más creativas del mundo a menudo ven cosas que otros no logran percibir. Pero para Steve Jobs, cofundador de Apple, su enfoque no se basaba en una simple visión, sino en unir diferentes piezas para crear algo impactante. 

Una reciente publicación en YourStory arroja luz sobre este método. Para Steve Jobs, ser creativo no significaba sacar algo de la nada. Más bien, lo imaginaba como armar un mosaico. Cada experiencia, cada punto de conocimiento, es una pieza del puzzle. 

La regla del 30% de Steve Jobs que deberías seguir si quieres conseguir el éxito en la vida

La magia ocurre cuando se conectan estos puntos de formas no convencionales. Imagina que combinas un recuerdo de un viaje a una montaña con una melodía que te viene a la mente; podrías, por ejemplo, terminar produciendo una app innovadora de meditación con sonidos naturales.

Un pilar de este enfoque es tener un buen repertorio de puntos o experiencias. Cuantas más vivencias y conocimientos acumules, más rica será tu paleta creativa. ¿Te habrías imaginado que aprender caligrafía podría ser vital para diseñar un ordenador? Es la historia de Apple: un curso de caligrafía moldeó el diseño del primer Mac, dándole un toque revolucionario.

Stay Hungry, Stay Foolish, Stay Curious

Pero tener muchos puntos no es suficiente. Necesitarías mantener viva tu curiosidad, esa chispa que te empujara a descubrir más allá de lo evidente. Como menciona YourStory, es esencial "mantener la curiosidad para hallar nuevos enlaces". Aunque algunos puntos no parezcan útiles de inmediato, en algún momento podrían ser la clave de una idea brillante.

Una táctica que Steve Jobs dominó fue mezclar perspectivas de diferentes ámbitos lo más, a priori, antagónicos posibles. Al juntar mundos tan distintos como la tecnología y el arte, surgen soluciones sorprendentes. Así nacen innovaciones como la tecnología wearable del Apple Watch.

Si buscas inspirarte en la filosofía de Steve Jobs, amplía tus horizontes probando nuevos hobbies y descubriendo campos diferentes. No dejes de hacer preguntas y valora cada aprendizaje, por más pequeño que te parezca.

Así, el secreto de Steve Jobs es conectar puntos que a primera vista parecían no tener relación. Al hacerlo, abría puertas a innovaciones que marcaron una era. El truco está en ver los vínculos y conectar de la manera adecuada.