El estrés es uno de los problemas más acuciantes de la sociedad actual para muchas personas. No es ni mucho menos casualidad que existan un sinfín de apps para combatirlo, estudios que se encargan de medirlo o todo tipo de métodos para enfrentarse a él. Pero la tecnología siempre quiere ir un paso más allá, como acaba de demostrar un grupo de investigadores.

Su invento parece sacado de una película de ciencia ficción, pero es real: unos pendientes inteligentes que, al parecer, permitirán medir el estrés, así como otros elementos relacionados con la salud, como la alimentación o la actividad física de cada persona. 

Así son los pendientes inteligentes

Actualmente, es habitual colocarle la etiqueta de “inteligente” a todo tipo de gadgets, electrodomésticos o accesorios. Empezando por la IA y siguiendo por un sinfín de productos que intentan exprimir a todos los niveles (también el comercial) el auge tecnológico. Pero aunque existen todo tipo de cacharros inteligentes, unos lo son más que otros en el fondo. 

Desarrollados por especialistas de la Universidad de Washington, estos nuevos pendientes inteligentes podrían realmente marcar un antes y un después en cuanto a dispositivos portátiles se refiere. En concreto, con aquellos que tienen más que ver con la salud que con el entretenimiento, por así decirlo. 

Entre las funciones del invento, destacaría una principalmente: su capacidad para medir los niveles de estrés que sufre su portador. Pero no sería la única, puesto que igualmente vigilaría la alimentación o la actividad física de los usuarios. Es decir, más o menos como algunos smartwatches, pero con sensibles diferencias, en la forma y en el fondo, como han detallado sus creadores. 

Según la científica Qiuyue Shirley Xue, estos pendientes, bautizados como Therman Earring, no pueden compararse con otras alternativas existentes hoy en día. “Descubrimos que sentir la temperatura de la piel en el lóbulo, en lugar de en la mano o en la muñeca, era mucho más preciso”, ha asegurado una de las responsables del invento. 

Más cerca de la cabeza

En opinión de los autores de estos pendientes inteligentes, la clave de su proyecto radica en dos cosas. La primera, que su ubicación esté más próxima a la cabeza; y la segunda, que tenga la capacidad de medir la temperatura del lóbulo de las orejas, un lugar especialmente sensible a los cambios. De hecho, el estrés mismamente suele cambiarla con frecuencia. 

En cualquier caso, el proceso de desarrollo de los Therman Earring todavía no ha finalizado. O, al menos, sus creadores están dándole vueltas a cómo podrían ayudar de otras formas a vigilar la salud de la gente. Por ejemplo, piensan en incluir aplicaciones especialmente pensadas para mujeres, ya que se trata de un complemento más común en ellas. 

Un objetivo pasa por conocer el proceso de ovulación de quienes usen estos pendientes inteligentes, pero sus posibilidades, más allá de las citadas, podrían incluir muchas más tareas de monitorización de la salud. Un proyecto original y ambicioso que, cómo no, habrá que ver dónde termina. Al final será la gente quien tenga la última palabra.