¿El cine se muere? Los resultados de taquilla que ya han hecho saltar todas las alarmas
No es la primera vez que se pone de manifiesta el mal momento que viven las salas de cine. Sin embargo, parece que la situación que llega de Estados Unidos resulta especialmente dramática. ¿Es irreversible?
Generado con IA
Películas que se han dado un batacazo en taquilla han existido siempre, incluso tratándose de grandes producciones con enormes expectativas comerciales.
En muchos sentidos, el público siempre resulta impredecible. Sin embargo, la situación ahora parece mucho más preocupante que nunca: fracasar en taquilla se está convirtiendo en la norma generalizada.
Para colmo, Hollywood parece haberlo confirmado de la manera más dolorosa posible: con los resultados más bajos en veinte años.
Están sonando todas las alarmas, y los grandes expertos y cinéfilos se miran unos a otros preguntándose de quién es la culpa. Pero sobre todo hay un interrogante fundamental: ¿tiene solución la crisis de las salas de cine? Porque sí, ese es el nombre de lo que sucede.
Un fin de semana para olvidar
Hace ya bastante tiempo que diversas películas no logran atraer a la gente a las salas de cine. Ha sucedido con muchos superhéroes como Aquaman 2, The Marvels o Madame Web, pero también con otras producciones, entre ellas Furiosa. De hecho, ha sido la última entrega de la saga de Mad Max la que ha mostrado que, en efecto, algo sucede con el público.
La principal razón es que todo el mundo esperaba que fuese un exitazo en taquilla, al menos en Estados Unidos. Razones no faltaban para ser optimistas: la anterior entrega de 2015 con Tom Hardy y Charlize Theron sí funcionó bien a nivel comercial, y además Furiosa se ha estrenado en festivo (durante el Memorial Day), lo cual suele garantizar excelentes resultados.
Pero ni una cosa ni la otra ha logrado que la precuela de Furia en la carretera convenciera a la gente para acudir a las salas de cine. Tampoco para ver la nueva entrega de Garfield, que a pesar de sus pobres números, ha logrado incluso superar a su apocalíptica competidora. La situación parece trágica, y ni siquiera el éxito de estrenos puntuales como Dune 2 parece animar a la industria.
Algunos quieren explicar lo sucedido argumentando que las precuelas por lo general suelen recaudar menos que las originales, pero lo cierto es que el regreso de Mad Max no fue tampoco una película original. Y casi todo el mundo está de acuerdo en que ese no es el problema. Sencillamente, la gente ha dejado de ir a los cines, al menos casi siempre. ¿Por qué?
¿El cine se muere?
Hay mucha gente que culpa de la pobre situación de las salas de cine a la pandemia. Cuando se confinó a la gente, el público perdió la costumbre. Y ya se sabe, el ser humano es de costumbres. Hay quienes también denuncian el elevado precio de las entradas, cuando antes se trataba de algo más bien popular.
Pero ambas explicaciones chocan con los cientos de euros que se pagan, por ejemplo, en ir a conciertos de grupos cuyos miembros muchas veces son ya sexagenarios o septuagenarios.
¿Estará el problema en la gran oferta de películas que hay sin salir de casa, en plataformas como Netflix (que también tienen sus problemas), o en el exceso de secuelas, superhéroes y franquicias súper exprimidas?
De momento, es difícil saberlo, y quizá todo sume. Lo que está claro es que, mientras se intenta encontrar un diagnóstico, las salas de cine languidecen, y no parece haber demasiadas razones que inviten al optimismo. Al menos, no hoy por hoy.
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.