Es habitual escuchar eso de que la realidad siempre supera la ficción. Algo que los guionistas saben bien a la hora de inspirarse para escribir muchas películas. Sucede sobre todo en obras históricas, biográficas y dramas varios, pero, ¿también en el cine de terror? ¿Incluso en cintas que podrían calificarse de fantásticas? Lo cierto es que sí. 

Aunque en ocasiones resulta complicado separar qué parte de una producción es real y cuál no, hay muchas películas de terror que están basadas en hechos reales, y es posible que ni siquiera seas consciente de ello. En este artículo te contamos los detalles. Quizá así, la próxima vez que las ves, lo hagas con otros ojos. 

Tiburón (1975)

Puede que haya gente que no considere el clásico Tiburón de Steven Spielberg una cinta de terror como tal, pero lo cierto es que este film causó un impacto mucho mayor en la sociedad que muchos otros con más sangre y casquería de por medio. Sobre todo porque muchos bañistas pensaban que era algo que podía suceder en realidad. 

¿Podía suceder? Bueno, en realidad sucedió, para ser precisos. Sus responsables se basaron en un acontecimiento sucedido en New Jersey varias décadas antes, allá por 1916. Un enorme tiburón blanco apareció por su playa y acabó con la vida de cuatro bañistas. Fue un vecino de New York quien terminó por encontrar al escualo en sus redes de pesca y acabar con él a golpes. 

Terror en Amityville (1979)

Amityville es la casa que da nombre a una de las historias de fantasmas más célebres en la historia de Estados Unidos. Tanto, que ha sido llevada al cine en varias ocasiones, destacando la versión de 1979 dirigida por Stuart Rosenberg.

En esta casa de Long Island se han sucedido fenómenos extraños después de que en 1974 Ronald DeFeo, Jr. asesinara brutalmente a toda su familia. Hasta qué punto los hechos fueron sobrenaturales y cuánto hubo de sugestión, es difícil saberlo, pero la película está basada en hechos reales, que es lo que cuenta. 

Psicosis (1960)

Este clásico absoluto del maestro Alfred Hitchcock está basado en la novela del escritor Robert Bloch. Eso lo sabe todo el mundo. Lo que no es tan habitual es conocer que este autor se basó en un criminal real para dar vida al perturbado Normal Bates. Fue en Ed Gein, uno de los psicópatas más famosos de Estados Unidos.

Este individuo mantenía también una relación de amor y odio con su madre fallecida, de la cual había sufrido abusos, lo que le llevó a desenterrar cadáveres y cometer crímenes. Una historia que también sirvió como punto de partida a la historia de La matanza de Texas, la sangrienta película de Tobe Hopper. 

Poltergeist (1982)

Una de las películas de terror más míticas de los años 80 (y eso que hubo muchas), y que todavía hoy es recordada, sobre todo para quienes la vieron de jovencitos en su momento. 

Pues sí, también Poltergeist está supuestamente basada en hechos reales. O al menos en la historia de una familia de Long Island. Según ellos, los más pequeños de la casa veían cómo algunos objetos de su cocina volaban y se movían solos. Sucesos imposibles que se fueron acentuando con el tiempo. Como en la peli, vaya.

Verónica (2017)

También en España existen leyendas urbanas para dar y tomar. Y una de las más populares ha sido siempre la que inspiró la película Verónica, dirigida por Paco Plaza. 

Aunque en teoría la producción es una adaptación muy libre de unos sucesos ocurridos en Vallecas a principios de los 90, cuando una chica también experimentó sucesos extraños tras jugar con la guija. La joven murió, pero los hechos inexplicables continuaron, hasta el punto que la propia policía pareció corroborarlos en un informe. 

En definitiva, queda claro que la realidad suele inspirar al cine, incluso más de lo que se piensa. Puede que los fantasmas no existan en realidad, pero desde luego sí en la mente de la gente, dentro y fuera de la gran pantalla.