Siempre es bien recibido acostarse en la cama durante unas horas para recuperarnos y evidentemente dormir, pero largos tiempos en la misma no son nada beneficiosos para los músculos y en consonancia también para nuestra salud.

Y ahora alrededor de 12 voluntarios van a permanecer en cama durante al menos 60 días, y no es que tengan un problema de salud, es que se trata de una investigación espacial.

No solo deberán estar en la cama, sino realizar cualquier actividad requerida en la misma, como pueden ser comidas, duchas, incluso practicar deporte, y con el requisito de que un hombro siempre deba tocar el colchón.

Básicamente deben realizar todo tipo de actividades cotidianas y forma parte de un proyecto de investigación llamado BRACE, donde investigan que el ciclismo podría contrarrestar los cambios que experimenta el cuerpo humano en el espacio, según comenta la Agencia Espacial Europea.

Los voluntarios se mantendrán durante dos meses en camas inclinadas 6° con los pies en alto

Este experimento afectará a grupos de voluntarios que se encargarán de distintas actividades como por ejemplo utilizar una bicicleta todos los días en sus camas, otro grupo realizará movimientos tumbados dentro de la máquina centrífuga, y demás.

“Esperamos comprender el valor agregado de la gravedad artificial a la rutina de ejercicios que siguen los astronautas en la Estación Espacial Internacional. La tripulación hace ejercicio dos horas al día en órbita”, dijo Angelique Van Ombergen, quien dirige la rama de Exploración Humana y Robótica de la ESA, en un comunicado.

Básicamente los voluntarios se mantendrán durante dos meses en camas inclinadas 6° con los pies en alto, una posición que permite que la sangre y los líquidos fluyan hacia la cabeza. Lo que quieren experimentar es la pérdida de masa muscular, uno de los importantes problemas de salud que se sufren en los viajes espaciales por parte de los astronautas.

Y es que, debido a la falta de gravedad, el cuerpo humano sufre distintos cambios durante estas misiones espaciales, algo que afecta a los músculos, pero también a los huesos y al corazón.

Con este experimento, los científicos podrían comprender mejor cómo responden sus cuerpos a distintos cambios, permaneciendo en esta posición durante un periodo prolongado, allanando el camino para el desarrollo de futuras soluciones para las misiones espaciales.

En todo caso, se trata de un experimento que igualmente va a servir para mejorar ciertas condiciones médicas: “Los resultados de los análogos espaciales pueden ser útiles para diseñar mejores tratamientos para los ancianos y los pacientes con afecciones musculoesqueléticas y osteoporosis en la Tierra”, dijo Van Ombergen.